El fenómeno de la gentrificación sigue afectando la vida de las personas en Cancún, ya que además del Centro de la ciudad, las colonias Donceles 28 y Lombardo Toledano también han empezado a resentir esta situación, debido a que entre las oficinas y el Airbnb, mucha gente ha tenido que migrar a otros lugares de la ciudad por el encarecimiento de las rentas de las viviendas.
Tal como está sucediendo en la Ciudad de México y otros Estados de la República, la gentrificación ha llegado a Cancún, y esto se traduce en la reestructuración espacial de una determinada área urbana que implica el desplazamiento de los residentes de bajos ingresos que vivían en esos lugares y se tuvieron que marchar al ya no poder pagar las altas rentas de la zona.
Este fenómeno, que ya se había dado sobre todo en el primer cuadro de la ciudad y en avenidas como Cobá o Xcaret, ahora también se ha empezado a trasladar al Norte; es decir, a Puerto Juárez, la Lombardo Toledano y la Donceles 28, donde en un recorrido se pudo observar que hay muchas casas en renta y predios vacíos.
“Antes encontrabas casas en renta de dos cuartos aquí en 4 o 5 mil pesos, hoy no bajan de 8 o 10 mil pesos; entonces, la mayoría de los propietarios que ya se fueron optaron por ponerlas en eso de las rentas vacacionales y llegan turistas por dos o tres días pensando que la casa está cerca de la Zona Hotelera, pero no es así. Los turistas se enojan y lo reportan y la casa se queda vacía”, explicó Andrés Jiménez, quien vive desde hace 20 años en la Donceles 28.
La misma situación ha sucedido en Puerto Juárez, donde en los últimos años y después de la pandemia, las rentas se elevaron al doble debido a varios factores, entre los que se cuentan la llegada de extranjeros que quieren vivir cerca del mar y el fenómeno Airbnb, que también ha hecho que la escalada de aumentos no se detenga, obligando a muchas familias a irse del lugar.
También la revaluación de las propiedades ha jugado un papel importante para la migración de mucha gente, que ya no puede pagar las altas rentas que piden por casas y departamentos en estas zonas, que hasta hace poco tiempo eran consideradas populares, pero que con el tiempo han elevado sus costos sin que se haya mejorado el factor de vivienda, ya que las zonas siguen siendo las que más se inundan con las lluvias en todo el municipio de Benito Juárez.
De esta forma, distintos sectores de la población con mayor capacidad económica se apropian de colonias que presentan ciertas cualidades, como áreas verdes, buena ubicación, equipamiento, infraestructura y zonas culturales.
Estos aspectos tienen mayor valor para los agentes inmobiliarios, quienes en esos sitios antes empobrecidos, construyen inmuebles para gente de ingresos medios y altos y, por sus limitados recursos económicos, quienes radicaban ahí desde su nacimiento o gran parte de su vida, no pueden seguir pagando el alquiler y tienen que migrar a la periferia de la ciudad, donde los servicios dejan mucho que desear y la inseguridad es el problema fundamental.
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JG