Las autoridades guardan silencio respecto al tema del relleno sanitario regional de Cancún e Isla Mujeres, a pesar de las protestas y bloqueos que desató la reapertura del antiguo tiradero.
La decisión fue tomada como medida de emergencia, pues los recolectores denunciaron que la celda cuatro del relleno sanitario está saturada y ya alcanzó 70 metros de altura, por lo que se les dificultaba subir con los camiones.
Hasta el momento, ningún funcionario quiere decir si se autorizará o no una quinta celda, como reclama el municipio deBenito Juárez.
La última versión de la Directora de Desarrollo Urbano, Soledad Che Celis, fue que no es posible tal petición. Esta postura no es nueva, pues no hay un convenio de uso de espacio desde 1993, cuando se instaló el primer relleno sanitario en la periferia de la laguna Chacmuchuch, ubicado ahora a un kilómetro del Colegio de Bachilleres.
En lugar de construir otra celda, se reabrió el antiguo relleno sanitario, pero los funcionarios tampoco quisieron hablar de esta autorización, por lo que las condiciones del arreglo son un misterio.
Sin embargo, históricamente Isla Mujeres ha salido perjudicado en los tratos con Benito Juárez.
El último conflicto ocurrió en el 2016 cuando el Gobierno vecino adeudó varios millones de pesos, pues se retrasó en el pago de la contraprestación acordada tres años atrás, a razón de 200 mil pesos al mes.
El tema se abordó en Cabildo el 11 de noviembre de 2016, cuando se aprobó el proyecto de Ley de Ingreso 2017. Entre los regidores estaba la Alcaldesa, Atenea Gómez Ricalde. Benito Juárez abonó su deuda en los siguientes dos años.
Desde hace una década el antiguo relleno sanitario ha contaminado el sistema lagunar Chacmuchuch y Manatí, por la filtración de lixiviados, denunciaron los miembros del “Comité de Vigilancia y Educación Ambiental Río Chacmuchuch”; sn embargo, ni las autoridades de Benito Juárez, Isla Mujeres, estatales o federales han tomado cartas en el asunto.
Los ambientalistas mostraron videos y documentos que prueban el derrame de lixiviados y acusaron que la reapertura del antiguo relleno sanitario es “un crimen en contra del medio ambiente, al tomar decisión a espaldas del pueblo”.
Los pobladores han pedido que se retome el plan de saneamiento de ese espacio, que se abandonó poco después de la firma del acuerdo con Benito Juárez, pues la empresa paramunicipal Solución Integral de Residuos Sólidos (Siresol) no cumplió la encomienda los lixiviados han contaminado el sistema lagunar durante una década.
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JG