Falleció Miguel Alejandro Pérez Matos, joven de 23 años de edad, debido a una aparente negligencia en la atención médica mientras estaba recluido en el Centro de Reinserción Social. A pesar de su diagnóstico de tuberculosis, no recibió un tratamiento oportuno y tuvo un traslado tardío al Hospital General.
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Los familiares acusan a las autoridades carcelarias de negligencia en este trágico incidente. El 5 de agosto pasado, Juana Pérez Matos, madre del fallecido, informó que su hijo estaba ingresado en el hospital debido a una tuberculosis, infección pulmonar, bacterias y hongos en la garganta.
Sin embargo, el diagnóstico que recibió en el Centro de Reinserción fue muy diferente, ya que el médico a cargo afirmó que sólo padecía gastritis. Luego de varios días de lucha y sufrimiento, Miguel falleció después que se demorara su hospitalización.
Ayer por la mañana, la familia recibió la noticia del fallecimiento de Miguel, quien ya ha sido cremado. Se sabe que la familia buscará asesoramiento legal y presentará una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para que se inicie una investigación sobre los responsables del Centro de Reinserción, incluyendo al médico y a la directora de la prisión, Eva Mariela Juárez Marquina.
Como se recordará, hace unos días, Juana Pérez Matos narró la difícil situación por la que su hijo había estado pasando durante los últimos dos meses. “Hace aproximadamente dos meses, mi hijo comenzó a sentirse mal con un fuerte dolor de estómago. Vomitaba todo lo que comía y su dolor de garganta era insoportable, al punto de que no podía tragar ni un sorbo de agua.
Hablé con la directora de la cárcel para informarle sobre la condición de mi hijo, ya que su estado empeoraba cada vez más. Había perdido mucho peso y no podía comer nada, pero me negaron la ayuda, ya que el médico del Cereso no variaba su diagnóstico de anemia y principio de gastritis.
El trato y diagnóstico que mi hijo recibió no fueron adecuados, y mucho menos lo que le diagnosticaron. Sus pulmones estaban fuertemente infectados con bacterias.
Le pedí en varias ocasiones a la directora que trasladaran a mi hijo al hospital, pero siempre me lo negaron. Les advertí que si algo grave le sucedía a mi hijo, tomaría acciones legales en su contra a través de Derechos Humanos”.
Cabe mencionar que en la isla se han registrado más de una docena de casos de tuberculosis, pacientes con COVID-19, neumonía y dengue, todos ellos siendo tratados en el Hospital General de Cozumel.
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AA