Se incrementa la molestia de padres de familia por la complejidad para llevar y recoger a sus hijos en la escuela “Alfredo V. Bonfil”, ubicada en el Parque de las Palapas, debido a las obras. Algunos mencionaron que están pensando en cambiar a sus hijos a otro colegio con mayor accesibilidad. Por otro lado, algunos comerciantes también han considerado la posibilidad de cerrar sus negocios, debido a que las ventas han caído en más del 50 por ciento de noviembre a la fecha, y aseguran que hay mucha lentitud en el avance en la remodelación.
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Es importante mencionar que ahora en la obra se está dando prioridad al área de comedores y a los locales donde estarán los artesanos, mientras otras zonas se ven sin cambios, como donde estará el escenario, frente a la escuela, que sólo cuenta con un pequeño pasillo, lo que ha generado problemas porque es insuficiente tanto para el ingreso de los padres y los estudiantes, sin mencionar a la gente que debe pasar por ese andador para ir a su trabajo. Además, esa zona, aunque tenga una malla plástica, sigue siendo de alto riesgo para los menores.
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“Si usted se fija, hay muchos clavos y muchas varillas salidas. ¿Usted cree que esa malla evitará que un niño se cruce? De hecho, hemos visto gente que camina hacia el Registro Civil o que pasa por aquí y se ha caído. Lo peor del caso, es que hay niños con discapacidad en la escuela, que se bajan en el Palacio y tienen que dar toda la vuelta, aún con sus dificultades para caminar. También hay automovilistas que se meten en sentido contrario para llegar a tiempo con sus hijos a la escuela y es peligroso, en la mañana no hay tanto problema, pero a la hora de la salida sí, porque las oficinas y las dependencias de Gobierno ya están abiertas y hay más carros.
Nos afecta mucho, parece que la escuela no es prioridad. No sabemos cuándo van a terminar y de hecho, ya muchos padres están pensando en cambiar a sus hijos a otra escuela que tenga mayor accesibilidad. Además si en la obra por alguna razón necesitan agua, pues sale de la escuela, porque los hemos visto”, señalaron las señoras Elda y Verónica.
Felipe, dueño de una tienda de la zona, dijo que de mil 500 pesos que hacía en un día de ventas, desde noviembre sólo saca 400 pesos y eso ya no alcanza para pagar empleados, por lo que no descartó la idea de cerrar el negocio que lleva años, porque piensa que esta obra no estará concluida sino hasta mayo.
De la misma forma, otros locatarios establecidos aseguraron que les cuesta mucho trabajo que la gente visite sus comercios porque no hay nada atractivo que ver por la zona, al menos ahora.
De acuerdo con los “franeleros” que trabajan cerca del parque, cada vez ven menos trabajadores en la obra, por lo que consideraron que les llevará más tiempo acabar; y por otro lado, aseguraron que muchos turistas pasan por el parque preguntando por los antojitos, y al ver que no hay nada, mejor se van hacia la avenida Tulum o a la Yaxchilán, que también está desierta, o ya de plano se regresan a sus hoteles.
Ayer se vio a muchos turistas que salían por el andador que conduce a la avenida la Tulum, parados y pensando para dónde ir con sus maletas, porque todo está cerrado y si querían salir por la Yaxchilán, tenían que dar toda la vuelta porque no hay acceso, por lo que se retiraron decepcionados y acalorados.
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HS