Trabajadores de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) iniciaron con las revisiones a todo tipo de negocios para comprobar si cumplen con las medidas reglamentarias de salud para atención al público, lo cual causó molestias entre los comerciantes.
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Los propietarios de establecimientos comerciales argumentaron que el problema es que en algunas de las ocasiones los inspectores les dicen que violan tal o cual artículo y por ello son acreedores a algún tipo de sanción y les cobran directamente para “ponerlos en regla”, pero no se respaldan ni expiden documentos oficiales, por lo que no están de acuerdo con este modo de actuar.
Sin embargo, si no acatan lo que les dicen, les inventan faltas para que las multas sean más caras. Los afectados aseguraron que ya interpusieron sus respectivas quejas ante la Cofepris, pero no han tenido respuesta.
La principal queja de los comerciantes radica en la falta de transparencia del proceso, ya que los inspectores abusan de su poder y sus facultades para imponerles multas y cobrarles sin proporcionar evidencia documental de las presuntas infracciones cometidas.
Además los funcionarios los amenazan con añadirles faltas adicionales en caso que no cooperen, con la finalidad de incrementar el monto de las multas.
Esta situación ha generado un clima de tensión entre el sector comercial y la Cofepris, dando lugar a llamados de atención a las autoridades correspondientes, por parte de los propietarios de comercios.
Éstos urgen a la Cofepris que tome cartas en el asunto, ya que en el inicio del año la situación económica está muy difícil para todos, como para que lleguen estas personas a “inventarles” violaciones a la ley y extorsionarlos, cuando ni siquiera tienen ventas.
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AT