La solicitud del sector gastronómico para que se acondicione el rastro municipal y se traiga carne roja en canal para surtir a los tablajeros de los mercados locales no ha prosperado. Las autoridades tampoco les han comunicado si para este año presentarán un anteproyecto sobre el tema.
El plan busca reducir hasta un 10 por ciento el precio de la carne roja en la ínsula, pues los carniceros locales, de los mercados municipales y fuera de ellos, se abastecerían en ese lugar a fin de vender su producto al público en general con precio competitivo contra las tiendas departamentales.
Baltazar Maldonado, representante del sector gastronómico, manifestó que no ha escuchado últimamente noticias del plan de rehabilitación del inmueble, al cual le colocarían cámaras de refrigeración de carnes, para beneficiar tanto a los restauranteros como a la población en general.
“Hoy (ayer) fui a los mercados a comprar carne de res, resulta que no había, no fueron a buscar el producto a Cancún”, dijo Maldonado, quien tuvo que surtirse en una cadena comercial de calidad diferente a la que sus clientes están acostumbrados.
El empresario apoya la propuesta de su reactivación del rastro municipal, pues de este modo se le dará uso a un inmueble en abandono, al tiempo que se beneficiará a la población, que demanda mejor calidad y mejores precios de productos cárnicos.
Juan Zacarías, encargado de un negocio pequeño del mismo ramo, ubicado en la colonia La Gloria, comparó que los precios de la carne de un centro de abasto de Cancún son hasta un 15 por ciento más baratos, lo que les dificulta competir con los precios del continente; aunque por lo general en la temporada alta hay demanda regular y constante de alimento para las familias locales.
Por su parte algunos tablajeros insistieron en que les concedan permiso municipal para que vuelvan a sacrificar cerdos en el rastro, tal como lo hacían hasta antes de la pandemia; sin embargo, carecían de autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Por otra parte, el Cabildo no está interesado en avalar el uso del rastro sin la venia de Salud federal y estatal, pues no quiere responsabilizarse de un eventual problema de salud si se contaminara el producto, dijo una fuente consultada al respecto. Lo más sensato es aterrizar la propuesta anterior.
Como se sabe, el inmueble no opera como tal, pero hay corrales para aves y equinos, por autorización temporal, desde el trienio anterior. Los protectores de animales ya solicitaron varias veces que ese edificio se destine para refugio de mascotas, o que se done el predio, de unos 500 metros cuadrados, para esa finalidad.
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AT