Quintana Roo

De enero a agosto hubo 4.7 mil denuncias por agresiones familiares; el 42% involucraba a niños

De enero a agosto de este año se contabilizaron 4 mil 794 denuncias por violencia familiar en Quintana Roo, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), lo que arroja un promedio de 19.64 al día.

Asimismo, la incidencia de este delito aumentó un 6.38 por ciento, pues este año se han contabilizado 308 reportes más que en el mismo periodo del 2023, cuando se tuvo un registró de 4 mil 486. Sobre esta grave problemática, el Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y por Razones de Género (Geavig) ha atendido a más de 2 mil menores.

Sigue prófugo presunto filicida

Las investigaciones tras el reporte del homicidio de un menor de dos años y las graves lesiones de otro de seis años, a manos de su padre, continúan en la Fiscalía General del Estado (FGE). Las autoridades están en busca del responsable con apoyo de las Policías Municipal y Estatal.

A más de 24 horas del crimen no se ha logrado la detención del responsable, aunque ha sido plenamente identificado como Gilberto G.D., de 24 años de edad, se tienen sus ubicaciones usuales y se le rastrea de cerca para atraparlo y presentarlo ante las autoridades correspondientes.

El caso trascendió la mañana del pasado miércoles, cuando personal del Hospital General reportó que un menor de dos años había perdido la vida, luego de sufrir una brutal paliza a manos de su padre. Asimismo, las autoridades rescataron a un niño de seis años que estaba encerrado en su casa, en la Supermanzana 259, fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, pues también tenía múltiples golpes.

La noticia sacudió a la ciudadanía en la entidad, que apoyó a las autoridades en la búsqueda del responsable, pues a través de las redes sociales se difundió la fotografía del sospechoso, así como las direcciones de sus familiares donde podría estar escondido.

La violencia en el hogar genera un desequilibrio psicológico que afecta a todos los integrantes / POR ESTO!

A raíz de este hecho de violencia intrafamiliar, que acabó con la vida de un inocente y mantiene a otro grave en el Hospital General, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la maestra Adela Jiménez Izquierdo, encargada de despacho del Geavig, confirmó que en lo que va del año se han brindado más de dos mil atenciones a niñas, niños y adolescentes que sufren algún tipo de violencia.

“Hay una relación entre la salud mental y la violencia familiar, que impacta física y emocionalmente a sus víctimas. La violencia dentro del hogar genera un entorno de miedo, ansiedad y trauma que obviamente causa una desestabilidad psicológica que afecta a niñas, niños, adolescentes y mujeres”, mencionó.

Reconoció que los agresores sufren de un problema de salud mental. Aunque agregó que esto no es una justificación, dijo que en algún momento también vivieron una situación de violencia. El maltrato a una niña, niño o adolescente genera que en el futuro continúe siendo víctima o se convierta en agresor.

“Los casos de violencia son más frecuentes en niñas y niños de manera directa, o son testigos de episodios violentos cuando los padres tienen una discusión. Esto tendrá un impacto en el desarrollo emocional y mental, y se corre el riesgo de ejercer violencia en el futuro, lo que podría formar un ciclo y pasar de generación en generación”.

A raíz de este hecho de violencia intrafamiliar, que acabó con la vida de un inocente y mantiene a otro grave en el Hospital General, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la maestra Adela Jiménez Izquierdo, encargada de despacho del Geavig, confirmó que en lo que va del año se han brindado más de dos mil atenciones a niñas, niños y adolescentes que sufren algún tipo de violencia.

Los victimarios en su momento fueron víctimas, aunque esto no justifica sus acciones. / POR ESTO!

“Hay una relación entre la salud mental y la violencia familiar, que impacta física y emocionalmente a sus víctimas. La violencia dentro del hogar genera un entorno de miedo, ansiedad y trauma que obviamente causa una desestabilidad psicológica que afecta a niñas, niños, adolescentes y mujeres”, mencionó.

Reconoció que los agresores sufren de un problema de salud mental. Aunque agregó que esto no es una justificación, dijo que en algún momento también vivieron una situación de violencia. El maltrato a una niña, niño o adolescente genera que en el futuro continúe siendo víctima o se convierta en agresor.

“Los casos de violencia son más frecuentes en niñas y niños de manera directa, o son testigos de episodios violentos cuando los padres tienen una discusión. Esto tendrá un impacto en el desarrollo emocional y mental, y se corre el riesgo de ejercer violencia en el futuro, lo que podría formar un ciclo y pasar de generación en generación”.