Luego que el pasado fin de semana se diera a conocer el caso de un niño de 7 años que fue amarrado por uno de sus hermanos, se descubrió que esta situación de violencia representa a la tasa poblacional de los mal llamados “Niños Llaves”; ya que se quedan solos, o al cuidado de otros hermanos adolescentes, lo cual incrementará en este periodo vacacional.
Adriana Cazales, directora del DIF Municipal, manifestó que que tan solo en un día pueden llegan a tener hasta 3 llamadas; aunque señaló que varía mucho. La funcionaria mencionó que el pequeño, que encontraron los trabajadores de la policía del Grupo Especializado de Atención a la Violencia Familiar y de Género (Geavig), todavía sigue al resguardo de la dependencia.
Entonces están en el proceso de investigación de sus redes familiares; nuevamente hicieron un llamado a los padres de familia para decirles que los niños y adolescentes necesitan supervisión constante de un adulto responsable.
El concepto de niños cuidando a niños es una dinámica que la misma industria turística ha generado por una parte, ya que hace falta que los empresarios se toquen el corazón y den las facilidades para que los padres puedan estar con sus hijos o brindarles el apoyo para que sean cuidados.
"Los niños mayores se vuelven cuidadores de los niños chiquitos o son los adolescentes, pero por más grande que veamos a estos menores, son otros niños: no es su función, no están preparados mental o emocionalmente. Entonces les transferimos esta responsabilidad a un niño cuando no es su momento, ni su etapa. Sé que dentro de las familias colaboramos, pero no hay que confundir la colaboración con la obligación”, explicó.
En este periodo vacacional, en donde los niños ya no están en las escuelas --y sus padres y madres tienen que salir a trabajar, muchos de ellos a los hoteles--, se vislumbra el incremento de que terminen solos y encerrados bajo llave en su casa.
En este sentido, Adriana Cazales apeló a la sensibilidad y a la ética de los empresarios: al decir que gracias a los colaboradores se reciben a los turistas; sin ellos, por muy bonita que esté la playa, un hotel o un restaurante no sería un destino turístico como es hoy Quintana Roo.
Destacó que esta denuncia se dio gracias a los vecinos que estuvieron escuchando los gritos y llantos del pequeño que fue amarrado por su hermana, en un pasillo de su casa, ya que comentó que se debe a que es muy inquieto y que tuvo que salir: pues fue que decidió amarrarlo.
Tras lo anterior, Adriana Cazales indicó que esta acción, y la situación en que encontraron al niño, está considerada en la Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes a una vida libre de violencia como maltrato: porque de ninguna manera hay que amarrarlos.
“Yo les pido a los papás que si en alguna situación con sus hijos se sienten rebasados, les invitó a que se acerquen con nosotros: con especialistas, psicólogos, médicos, que los pueden canalizar si fuera necesario o en apoyo de algún tipo de estudio”, dijo.
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En el caso del pequeño que rescataron el fin de semana, Adriana Cazales mencionó que el niño ya está en el proceso de las entrevistas psicológicas; no tiene ninguna situación, pero simplemente, la hermana --quien fue la que lo amarró-- dijo que tuvo que salir de la casa.
Al saber que es inquieto, prefirió amarrarlo con el temor a que hiciera algo y que se lastimara; ya que la madre de familia sale a trabajar y los deja en casa, sin ningún adulto que los supervise.
La funcionaria detalló que el protocolo a seguir, en este tipo de denuncias ciudadanas, primero es llamar al 911; luego se canaliza al Geavig, quienes suben la queja y la denuncia al chat de la Procuraduría del DIF. De allí, se dirigen a la FGE, hospital o escuela: ya sea en donde correspondan.
FAR