La incompetencia de la unidad del Servicio Médico Forense (Semefo) en Quintana Roo quedó de nuevo en evidencia con el hallazgo del cuerpo de Francisca Mariner, quien se encontraba desaparecida desde hace más de cuatro años y fue localizada en dichas instalaciones, confirmó su madre, María Patrón Pat, líder de las “Madres Buscadoras de Quintana Roo”.
Operativos de búsqueda en áreas verdes, marchas, bloqueos en la zona hotelera y plantones en la Fiscalía General del Estado (FGE) dieron resultado luego de más de cuatro años. Tristemente, Patrón pasó todo este proceso para que al final el cuerpo de su hija estuviera en las instalaciones del Semefo, lo que se determinó gracias a unas pruebas de ADN.
Aunque el cuerpo de Francisca pudo volver a su hogar, la incompetencia de la Fiscalía extendió el dolor de la familia. La mañana de ayer, a través de una transmisión en vivo en redes sociales, María Patrón informó que, a más de cuatro años de búsqueda incansable, lucha, dolor, insultos y revictimización por parte de las autoridades, su hija por fin iba a poder volver a su casa, de donde nunca debió salir.
Confirmó que todos estos años el cuerpo de Mariner estuvo en el Semefo, sin que nadie le diera respuesta ni razón de la joven. En la transmisión, en la que mostró su dolor y rompió en llanto, agregó que su hija estaba en su casa con su bebé cuando su expareja la desapareció de una manera horrible. “Ella no le hizo ningún daño a nadie, por fin tendrá justicia y podrá descansar en paz”, mencionó.
El error de la Fiscalía General del Estado, el cuarto en su tipo, despertó indignación entre los colectivos
Aunque no se precisó dónde se realizó el velorio, a través de redes sociales se difundió una fotografía en la que se apreció el ataúd de Francisca, algunas fotos y flores. Por Esto! contactó a la madre buscadora para conocer más detalles sobre la noticia y grave descuido de la Fiscalía General del Estado, pero dijo que estaba viajando a su pueblo, por lo que más adelante daría una declaración sobre el tema.
Desactivan ficha de búsqueda
Sin una postura sobre su error y el prolongado pesar que causaron a la madre de Francisca Mariner Flores Patrón, reportada como desaparecida en Cancún desde el 20 de junio del 2020, la FGE se limitó a actualizar la ficha del Protocolo Alba lanzada desde entonces, mencionando que fue localizada y haciendo alusión a que ya no contaba con vida.
Desde que Patrón Pat dio a conocer que le habían notificado que su ADN coincidía con el de los restos de una joven, y que desde que fue reportada Francisca Mariner permanecía en las instalaciones del Semefo, se esperaba que la FGE aclarara el garrafal error, el cual no es nuevo, pues se han conocido otros casos, pero se limitaron a actualizar sus redes sociales.
Por su parte, la expareja sentimental de la joven, detenido y sentenciado a 50 años de cárcel por la desaparición forzada, podría alcanzar otra pena por el delito de feminicidio, ya que su defensa alegó en todo momento que al no encontrar un cuerpo, no se le podía culpar de un homicidio. El proceso podría iniciar en los siguientes días.
El cuerpo de la joven fue trasladado a la tierra que la vio nacer, donde se le brindó cristiana sepultura, rodeada de algunos familiares y, por supuesto, de su madre, quien le prometió que no iba a descansar hasta encontrarla, promesa que finalmente fue cumplida.
Otros casos
El descuido con Francisca Mariner no es el primero. En Playa del Carmen ocurrió un hecho similar, cuando una familia buscó por varios años el cuerpo de un joven que fue encontrado a los pocos días de ser reportado como desaparecido. La mala integración del expediente y manejo de los cuerpos provocó que la víctima quedara “sepultada” entre los más de mil cadáveres sin identificar que permanecen en las instalaciones de dicha dependencia, de acuerdo con integrantes de diversos colectivos.
Asimismo, el cuerpo de Uriel Hernández García permaneció por varios meses en el panteón forense, mientras que sus familiares lo buscaban en la calle. El joven llegó a Cancún de vacaciones desde Culiacán, Sinaloa, y tras unos días en este destino turístico perdió contacto con su madre, quien reportó los hechos y se activó una ficha de búsqueda. Ella, sin saber que el cuerpo siempre estuvo en poder de las autoridades, continuó en marchas y bloqueos, hasta que unas pruebas de ADN esclarecieron la identidad.
Esta situación dejó en evidencia la falta de tacto, humanidad y la poca capacidad para manejar los cadáveres del personal del Semefo y pone en duda si hay más personas en calidad de desconocidas en sus instalaciones, mientras que sus familiares esperan encontrarlos, extendiendo su dolor y sufrimiento.
Responsabiliza FGE a la anterior administración
La dependencia, bajo el mando de Raciel López Salazar, responsabilizó a la anterior administración por haber cometido la negligencia en el caso de Francisca Mariner, ya que según su comunicado, hasta noviembre se llevaron a cabo las pruebas completas para poder ser identificada entre los aproximadamente mil cuerpos almacenados en el anfiteatro.
Se informó también del inicio de una carpeta de investigación en contra de funcionarios de la pasada administración, por su probable negligencia u omisión en los trabajos de confronta de perfiles genéticos relacionados con la joven.
La dependencia señaló que el cuerpo de Francisca Mariner fue encontrado un mes después de su desaparición, el 21 de julio de 2020, en un área verde de la Supermanzana 105, entre la avenida Francisco I. Madero y la calle Caranbachel de este municipio. La causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico por proyectil de arma de fuego.
Del primero de enero al 15 de diciembre del año en curso, es decir con la nueva administración, hay 320 fichas de personas reportadas como desaparecidas y no localizadas, que serían posibles víctimas de desaparición forzada; de ellas 22 fueron encontradas sin vida. Hay menores de edad cuyos cuerpos estaban en sepulcros clandestinos o alejados de la mancha urbana.
Cancún lidera la lista con 169 desapariciones, le sigue Solidaridad, con 65; hay 32 en Chetumal, 13 en Felipe Carrillo Puerto, 12 en Bacalar, seis en Lázaro Cárdenas, cuatro en Puerto Morelos, y uno en Isla Mujeres.
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