La informalidad provocó, en lo que va del año, el cierre de al menos 65 establecimientos afiliados a la Cámara Nacional de Comercio (Canaco). Esta situación crítica para el sector en 2024, deja un panorama incierto para 2025, periodo en el que se prevé que más negocios dejarán de laborar durante los primeros meses, debido al pago de impuestos y cargas económicas. Esta presión, sin duda, obligará a más locales a bajar sus cortinas, sostuvo el presidente de este organismo, Marvin Rivero Cervera.
Las circunstancias económicas adversas que han persistido durante todo el año obligaron al cierre de negocios de todo tipo afiliados a la Canaco, así como a enfrentar dificultades para mantenerse operando. La baja captación de ingresos y la competencia desleal que representa el comercio informal están acabando con el pequeño y mediano comercio en Lázaro Cárdenas, explicó.
El comercio informal surgió como respuesta a la falta de fuentes de empleo y se consolidó durante la pandemia en el municipio. En menos de cuatro años, sepultó a decenas de negocios locales que no contaron con la economía suficiente para subsistir, abastecerse de mercancía y enfrentar las cargas tributarias, que aumentaron.
Los habitantes encontraron en la informalidad, un medio de subsistencia para cubrir sus necesidades básicas, al no hallar oportunidades en el comercio formal. Esta situación se convirtió en un serio problema de gobernabilidad para las autoridades, que no pusieron orden ni obligaron a los informales a formalizarse y pagar impuestos, como los comercios establecidos.
De los casi 200 comercios registrados en la Canaco, antes de la pandemia, pocos renovaron sus afiliaciones en los últimos años, y varios ya se dieron de baja por el cierre de sus establecimientos. En 2024, alrededor de 65 locales de diversos giros bajaron sus cortinas. No obstante, existen otros negocios no afiliados que luchan por subsistir, abundó Rivero Cervera.
“Estamos en una situación crítica. Actualmente sólo quedamos 43 establecimientos registrados en la Canaco, pero con la esperanza de mejorar el próximo año. Esperamos optimizar condiciones para la gente y el comercio organizado, y que los afiliados puedan regresar. Todo dependerá de la carga tributaria que deban solventar al inicio del año”, expresó.
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A la falta de interés de las autoridades en regular el comercio informal se suma la escasez de oportunidades para los negocios establecidos, como la gestión de créditos o apoyos para abastecerse de mercancía y continuar operando.
Esto genera desesperación en los pequeños y medianos empresarios, quienes prefieren cerrar sus negocios o considerar integrarse a la informalidad, donde no son molestados por las autoridades, comentaron diversos comerciantes.