En los últimos años, la capital del estado ha visto un acelerado crecimiento del comercio informal, representando un golpe tanto para el desarrollo económico del municipio de Othón P. Blanco, como para los negocios formales.
De acuerdo a Amir Efrén Padilla Espadas, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) delegación Chetumal-Tulum, el comercio informa pasó de un 20 por ciento a un 53 por ciento conforme a cifras recientes.
“Es muy preocupante, el comercio informal ha crecido en un 53 por ciento y esto nos pone muy preocupados, porque la economía se mueve mucho por el tema tributario y los que tributamos somos los formales”, aseguró.
Por una parte, el representante de la Canaco-Servytur consideró que es importante fomentar el emprendimiento en la capital del estado, pero también señaló que parte de este proceso representa apegarse a las normativas, por lo que los nuevos negocios deben de regularizarse después de cierto tiempo.
Acciones que no toman los comerciantes informales, pues existen comercios de emprendedores que llevan más de diez años operando sin estar regularizados, incluso, algunos teniendo diversos puestos de comida en varios puntos de la capital, pero que al final no tributan. De igual manera, puntualizó que, si bien los negocios generan empleos a los locales, estos no tributan o dan prestaciones básicas a sus trabajadores.
En contraste, los comercios establecidos sí tributan y también proporcionan acceso a salud, vivienda, pensión, entre otras prestaciones. En este sentido, Amir Padilla Espadas recalcó que es de gran importancia que se limite el número de permisos que otorga el ayuntamiento de Othón P. Blanco a los vendedores ambulantes, y enfocar los esfuerzos de las autoridades locales a que tras cierto tiempo estos emprendimientos se pasen a la formalidad.
“Es una prueba de la falta de regulación de las autoridades y representa un duro golpe al comercio organizado”, dijo. Igualmente, criticó que a los empresarios no le perdonan ningún sólo pago, pero no hay una vigilancia segura contra los negocios informales, derivando que la carga tributaria para el sector sea cada vez más fuerte.
Según investigadores de la revista Ciencia Latina Internacional, en muchas ocasiones el comercio informal no sólo es causado por el desconocimiento de los emprendedores a las normativas, sino también en parte por la indiferencia al trámite ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y su desconfianza a esta agencia gubernamental con relación al reflejo de sus contribuciones.