Pese a las incontables investigaciones que históricamente se han sometido las navieras que operan en Quintana Roo, las prácticas monopólicas nunca han logrado erradicarse.
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Apenas este fin de semana se informó que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emplazó a las empresas, por enésima ocasión, a una investigación; pero en los hechos, dichos procedimientos se han llevado a cabo desde el 2012, sin que se haya logrado ningún beneficio para los usuarios.
El fallo previo más reciente fue el 11 de febrero del 2021, cuando la Cofece “concluyó”, preliminarmente, que no existían condiciones de competencia efectiva en seis rutas del servicio de transporte marítimo de pasajeros en la modalidad de ferrys en Quintana Roo, con origen y/o destino Isla Mujeres a Puerto Juárez, Gran Puerto, El Caracol, Playa Tortugas y El Embarcadero, y de Cozumel a Playa del Carmen.
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En esa ocasión, la autoridad investigadora estableció que Naviera Magna (Ultramar), desde entonces ya tenía una alta participación de mercado en dichas rutas y que existen barreras de tipo económico y normativo, lo cual le permite fijar tarifas sin que sus competidores puedan contrarrestarlo.
Asimismo, desde el 2021 la Cofece determinó que “las barreras económicas a la entrada del mercado corresponden a los altos montos de inversión para la adquisición y/o arrendamiento de las embarcaciones y la escasez de usos alternativos, el plazo de recuperación e indivisibilidad de las inversiones, los gastos en publicidad, así como la adquisición de seguros; mientras que las de tipo normativo están relacionadas con la Ley de Navegación Vigente que impone requisitos de nacionalidad a los interesados en prestar el servicio de ferrys”.
Mucho antes, en otra determinación que data del 2016, se informó que la Cofece había iniciado, desde el 2014 un juicio contra empresas navieras de Quintana Roo por su probable responsabilidad en la realización de prácticas monopólicas absolutas.
Ya desde entonces había encontrado que existen elementos de convicción para suponer que los agentes económicos emplazados habrían incurrido en firmar contratos, convenios o arreglos entre competidores, para manipular los precios, restringir o limitar la oferta, dividir o segmentar el mercado.
Es decir, desde hace ya casi ocho años en Quintana Roo los usuarios no tienen la opción de otros medios de transporte que las mismas navieras de siempre, a las cuales, pese a las multas y múltiples investigaciones, incurren una y otra vez en lo mismo, sin que los procedimientos que establece la Cofece sirvan de mucho para terminar con este problema.
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HS