Robos y ejecuciones que se han registrado en la isla en mayor escala desde hace dos años atrás, han mantenido en una emergencia de seguridad y las autoridades no le entran de lleno para bajar los índices delictivos. No hay voluntad, no hay interés de los funcionarios para poner un alto. Hay incremento de robos, homicidios de alto impacto con 30 ejecutados en dos años, es un índice de criminalidad reflejo del manto de impunidad grave que existe en la isla, ya que no hay indicios para poder resolver esos acontecimientos. Esto de acuerdo al sentir de la población.
El mes de enero cerró con cerca de 15 denuncias ante la Fiscalía General del Estado, FGE, por robo a casa habitación, comercios y transeúntes. Sin embargo, los reportes al C5 indican que en el mes de enero se recibieron cerca de 40 llamadas de auxilio por robo, casi a la par en el mismo mes, pero del año anterior, reflejo del pobre resultado en materia preventiva y de investigación y también de la falta de cultura para asentar sus denuncias correspondientes luego de ser víctimas de un delito como el robo.
La información recabada al interior de la FGE en la isla, señala que fueron 20 denuncias recibidas con los Ministerios Públicos durante el mes que recién concluyó, denuncias que ya fueron turnados a la Policía de Investigación (PDI), quienes se encargan de darle seguimiento a los casos y resolverlos, aunque en ese tenor, no hay un avance ni solución a sus denuncias. A ello, se le suman los robos a los bañistas y turistas sobre todo, en la zona costera Sur y zona Oriental. Es de recordar que existen operativos permanentes en conjunto con todas las corporaciones policiacas, denominado “Operativo Seguro” o ‘Rastrillo’, que al parecer no están arrojando resultados positivos, ya que no han logrado disminuir los índices de robos a comercios y a casas habitación,
En Cozumel los ciudadanos no callan las adversidades que se presentan en sus zonas, y en múltiples ocasiones han manifestado sus inconformidades sin que la autoridad pueda aminorar la presencia de delincuentes que se pueden observar durante las tardes y moches caminando por las colonias. “Hemos visto que hay gente de otros lugares con aspecto no tan agradable que llega hasta esta colonia y hemos estado atentos a sus movimientos. No se detienen, caminan observando las casas como estudiándolas para poder cometer sus atracos en el momento en que no nos encontramos. Solo pedimos más presencia de la policía cada determinado tiempo ya que hay días en que no vemos a ninguna patrulla”, aseguran.
Y aunque han exigido que el trabajo de la policía se refleje, ya que están siendo víctimas de los hampones a plena luz de día quienes se introducen a las viviendas para cometer robos sin que puedan ser detenidos, las autoridades no realizan recorridos permanentes que puedan contratretas esta problemática. Trascendió al interior de Seguridad Pública, que la semana anterior, se reportaron en un solo día, cuatro casos de robos que se habían registrado en la zona costera Sur de la isla, en el que la mayoría de ellos, fueron turistas que se encontraban en la zona de playas los que fueron víctimas de los delincuentes. Sin embargo, no todos fueron denunciados ante la instancia correspondiente, en estos casos, ante la FGE.
“La autoridad tiene que entender que no es posible que sigamos viviendo esta situación, hay que estar conscientes de que cuando a Cozumel la delincuencia e inseguridad nos rebasen se van a terminar las inversiones, no habrá negocios abiertos por el cobro de piso, el trabajo escaseará porque vivir de los cruceros ya no es redituable. Las autoridades tienen la obligación mínima de garantizar la seguridad de las personas y de sus bienes. Tenemos problema muy graves que no se ve la autoridad quiera arreglar o afrontar, con comunicados no se logra nada, donde están esos servidores públicos para que se acerquen a la problemática y que le entren al toro por los cuernos. ¿Hasta cuándo lo vamos a tolerar en una ciudad como la nuestra? Afirmó Marco López Alfaro, víctima de robo a casa habitación y en uno de sus negocios ubicado en la colonia centro.
Y recordó, que aunado a los robos, los homicidios dolosos también han desestabilizado a la isla y a sus residentes, sintiéndose inseguros. ‘Es tan difícil de digerir que con tantos asesinatos en una isla pequeña no puedan dar con los responsables que siempre tienen la misma manera de actuar, dos sujetos en moto, disparan, se van, y los policías investigadores no han podido resolver ninguno de estos casos que va en aumento.
Y es que la violencia de ato impacto en Cozumel comenzó el pasado 9 de mayo del 2022, con la muerte de Alexander Gómez Ortiz de 19 años de edad, reportado como desaparecido y encontrado en el kilómetro 11 de la carretera transversal, descuartizado y calcinado. El segundo ejecutado de ese año se registró un mes después, el 26 de junio donde Adonay de 29 años de edad, fue ultimado de cuatro tiros en el pecho, en la 65 avenida de la Zona Industrial, afuera de conocido men’s club. El tercero en la lista tuvo lugar el 24 de agosto, su nombre: Rodrigo Manuel Díaz Durán, de 25 años de edad, conocido como el “bambam”, herido de muerte de tres disparos, dos en la cabeza, afuera de sus casa en la colonia CTM.
La cuarta y quinta ejecución encendió aún más los focos rojos y la confirmación entre las autoridades y la población, de que integrantes de uno o varios grupos delictivos, se estaban peleando la plaza, luego de que el 4 de septiembre Alfredo Bauche y un mecánico de nombre Raúl, fueron decapitados y encontrados en la parte trasera de un volquete sobre la carretera transversal, ambos maniatados y con sus cabezas encima del torso. Con el sexto ejecutado el 27 de septiembre, lo impensable alcanzó a Cozumel. A plena tarde, frente de una de las escuelas privadas más concurridas de la isla, a una hora en la que el tráfico citadino en la zona es intenso, la tranquilidad fue interrumpida cuando un joven de 21 años de edad, Patricio Fuentes, fue acribillado dentro de su auto con más de diez impactos de bala a las afueras de una escuela privada en hora pico. Este homicidio arrojó temor entre la población debido a que el occiso, era el hermano menor de un presunto cabecilla o “patrón” en la isla.
Para el 4 de octubre Jorge, de 19 años de edad, se convirtió en el séptimo ejecutado al ser asesinado a balazos en la puerta de su domicilio ubicado en la colonia Félix González Canto. En el escalón número ocho, otro joven de 21 años apodado el “piolín”, murió de cuatro impactos de bala en 10 de octubre sobre la décima avenida, a las afueras del panteón de la colonia centro, a unas cuadras de la policía y palacio municipal. Ese mismo mes pero con fecha 30 el “el Cruz”, ingresó a la lista de ejecutados en el número nueve cuando dispararon contra el en más de seis ocasiones afuera de una vivienda en la colonia Juan Bautista Vega. En este mes, no solo se generaron tres ejecutados, la ola de violencia sobre pasó los peldaños de inseguridad la noche del uno de octubre, cuando un vehículo perteneciente a este medio impreso de comunicación, sufrió un ataque incendiando un vehículo propiedad de esta empresa, frente a las oficinas, dónde minutos antes de perpetrar el incendio, fue colocada una manta, cuya imagen y contenido fue amenaza directa contra algunos compañeros de la prensa local.
Para el mes de noviembre, el día 21, “el Pitus”, fue el occiso número 10 al morir de dos disparos en la cabeza en la colonia San Miguel, el cual el en el 2021 acusó al entonces comandante de la fiscalía de tortura para que acepte inculparse del asesinato de Alfredo Partida durante el pasado proceso electoral de ese mismo año. Par el mes de diciembre llegaba el ejecutado número 11, cuando el cinco de diciembre, Neftalí, fue acribillado con más de diez disparos en la cabeza y 18 en el cuerpo cuando estaba frente a un domicilio ubicado en la en la colonia San Gervasio. El numero 12 llegaba con la muerte de un micro empresario conocido en la isla de nombre Ariel Naal, ultimado a tiros en la avenida 35 esquina con avenida 85 de la colonia taxistas.
El 14 de ese mismo mes, el ex Juez Cívico Josué Cohuó Tah, murió de dos impactos de arma de fuego sobre la 130 avenida con calle Morelos y cinco Sur de la colonia San Gervasio.
Daniel Peraza se convirtió en el ejecutado número 14 del 2022 cuando recibió el tiro de gracia a en un pasillo dentro de su vivienda, colocando el mes de diciembre como el más violento con cuatro homicidios dolosos y el año más sangriento para la isla de Cozumel. De acuerdo a las autoridades y a la poca información que se ha vertido por los casos antes mencionados, existe un referente de estos delitos, ya que, según el trabajo de investigación de las autoridades encargadas de esclarecer los hechos, el “modus oprandi” es el mismo: detonaciones en alguna zona de la ciudad a manera de distracción, mientras que en otro punto perpetran el crimen.
En 2023 se contabilizaron 15 ejecuciones mientras que en lo que va del año no se han registrado homicidios dolosos. Un elemento activo de la corporación policiaca comentó que una buena estrategia, sería que el primer respondiente al confirmar los balazos, se haga coordinadamente una distribución efectiva de todos los cuerpos de seguridad y unidades en puntos estratégicos de la ciudad, en vez de llegar todos y amontonarse en un sólo punto.
Así también, dijo que hay interrogantes que deben plantearse sobre los ejecutados que se deben realizar al momento.¿Qué une a esas 10 víctimas? ¿Qué tienen en común o a qué grupo pertenecen?“Sería bueno establecer una línea de investigación sobre ello, dudo sean asesinatos al azar, se podría determinar contra quiénes están yendo y crear un registro de probables víctimas que independientemente de sus historiales, son ciudadanos que se deberían de proteger, estoy seguro que varios saben que están tras ellos y quiénes los persiguen, estos podrían pedir auxilio y dar información privilegiada a las autoridades, aunque sabemos que dentro de estas corporaciones hay delincuentes operando, por lo cual debería primero investigarse minuciosamente a la misma policía municipal, estatal, Fiscalía e incluso Guardia Nacional, Marina, Ejército, ya que sería tonto negar que entre ellos hay enemigos uniformados, una depuración quirúrgica de los cuerpos de seguridad y fincar responsabilidades a quién se le compruebe nexos con el crimen”.
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HS