La laguna Nichupté ha llegado al límite de su capacidad, pues ya no aguanta la construcción de muelles, marinas u otros desarrollos y además, se requiere una estrategia integral de saneamiento, afirmó el presidente de los Asociados Náuticos de Cancún, Francisco Fernández Millán.
Precisó que el Sistema Lagunar Nichupté, que es la primera cara que se le presenta al turista cuando llega al destino, no sólo sufre la presión de un desarrollo masivo que detona en su litoral y que lo ahoga cada vez más, sino que viene arrastrando temas muy graves de contaminación y de embarcaciones hundidas, cuyos dueños nunca las sacaron, lo que ha incrementado la afectación del lugar, que también enfrenta los efectos de un calentamiento global, cada vez más grave.
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Señaló que su litoral prácticamente está lleno, pero se siguen prospectando proyectos, como Pok Ta Pok, y otros que avanzan. “Esperemos que nuestros políticos, que ahora vemos en estos tiempos de elecciones, comprendan esa posición, porque estamos acabando con la ‘gallina de los huevos de oro’”.
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La laguna es parte fundamental como refugio contra huracanes; además, cuenta con variados ecosistemas que, si los dañamos y procesamos más van a colapsar, porque aunque la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) la proteja como parque marino y manglar, llegado el momento, no se podrá hacer nada y seguirá contaminada, consideró.
Argumentó que llevan muchos años, junto con otros sectores del destino, buscando la purificación del cuerpo de agua y su saneamiento, ya que por 30 años se utilizó como desagüe de hoteles y todo tipo de negocios, y aunque ya no, “el daño está hecho y hay que darle la vuelta y buscar la manera de regenerar la laguna, y con el cambio climático que se enfrenta, apremia a que se implementen acciones de saneamiento y protección, más que seguir cargando al sistema, ya saturado”.
El dirigente gremial dijo que existen unas 80 embarcaciones sumergidas en el cuerpo lagunar, por lo que los náuticos se han peleado durante muchos años por retirarlas de la laguna, pues con los huracanes han terminado en el fondo y no hay autoridad que obligue a sus propietarios a sacarlas.
Señaló que es un problema que incluso se ha planteado ante la ONU para buscar recursos, por lo que se tiene la esperanza de ser atendidos por alguna autoridad.
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