Durante la prospección del Tramo 6 del Tren Maya,que va de Tulum a Chetumal, se descubrieron 205 monumentos arqueológicos, incluyendo dos terrazas, dos pozos, 53 cimientos y 83 albarradas, informó Fabián Gutiérrez Gómez, jefe de campo del Frente 1.
Estos hallazgos datan del periodo Clásico maya (300 a 600 d.C.) y tienen dimensiones variadas, las cuales van de los cinco a los 400 metros de longitud, con un metro de ancho por 70 centímetros de alto, en promedio, destacando por su diseño irregular en forma de “L” o silla, de acuerdo con el arqueólogo.
La presencia de albarradas (bardas de piedra) que fueron localizadas cerca de cuerpos de agua y cimientos arqueológicos podrían haber sido utilizados como marcadores, más que como delimitaciones de solares familiares.
Noticia destacada
Instituto Electoral de Quintana Roo da luz verde para los debates de candidatos locales
De acuerdo con Gutiérrez Gómez, esto plantea la hipótesis de que dichas estructuras pudieron haber sido utilizadas como puntos de referencia para la ubicación en la región, funcionando como un tipo de “Google Maps” prehispánico.
Las albarradas son muros de piedra caliza que, comúnmente, aparecen entre los vestigios prehispánicos, y dado que su construcción es simple y efectiva, aún son utilizadas en la arquitectura rural contemporánea.
Además de las albarradas, los expertos localizaron restos de cerámica, cuchillos de pedernal y metates, los cuales fueron registrados en el inventario del patrimonio cultural del área.
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quienes participan en el proyecto, destacaron la importancia de este descubrimiento, debido a que las características de las albarradas, y que son diferentes a las estructuras lineales típicas que se conocen en la Península, sugieren que pudieron ser un sistema de referencia espacial para los habitantes de la región en la época prehispánica.
Otro aspecto a destacar, es que casi no se encontró material arqueológico cerca de las albarradas, lo que podría indicar que no se trataba de asentamientos, o bien, que la organización social era de tipo comunal y la mayoría de las actividades se realizaban al aire libre.
Actualmente, las excavaciones y estudios continúan en el lugar, donde ya se han recuperado y catalogado 218 bolsas de cerámica, tres de metates y dos cuchillos de pedernal, entre otros.
Los expertos aseguraron que dichos vestigios arqueológicos continuarán siendo estudiados para conocer mejor su antigüedad, filiación étnica y el material del que están hechos, lo que ayudará a aportar más información sobre la vida y organización social de los antiguos mayas en Quintana Roo.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
JY