El Aeropuerto de Tulum y el Tren Maya suponen un crecimiento poblacional sin precedente en la Zona Maya; así como una expansión de la mancha urbana en la misma proporción, anticipó el Programa Territorial Operativo de la Zona Sur de la Riviera Maya (ZSRM), elaborado por el Gobierno Federal.
Lo anterior supone incrementos en la generación de aguas residuales, consumo de agua potable y la demanda de miles de viviendas en áreas de selva.
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El Programa Territorial busca regular este crecimiento, pero reconoce que esto depende de la colaboración de los Gobiernos municipal, estatal y de la Federación.
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Se plantean distintos escenarios, uno de los más preocupantes es que se duplique la población en esta zona, en apenas 25 años. Otro modera esta tendencia mediante la aplicación de instrumentos de planeación urbana que frenarían el incremento poblacional, pero de manera muy marginal, pues según las propias proyecciones, apenas se lograría limitar en 7 mil personas el crecimiento proyectado para los siguientes 10 años.
Escenario preocupante
Según estas proyecciones, la actividad económica seguirá desarrollándose en la zona bajo los mismos parámetros generados actualmente; y bajo el supuesto de la nula intervención y ejecución de proyectos externos que cambien la dinámica actual, a excepción de los prioritarios; así como ni un proceso de planeación y gestión que modifique la situación.
Como se refiere líneas arriba, la población de los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Tulum mantiene la tendencia reportada en los últimos años. La tasa de crecimiento medio anual del periodo 2010-2020 fue del 2.3 por ciento, incrementando hasta el 4.8 por ciento para el periodo 2020-2030, correspondiente a los primeros años de operación de los proyectos prioritarios, como el Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum.
En este escenario se considera que los proyectos estratégicos, es decir, las tres estaciones del Tren Maya dentro de la ZSRM, el Aeropuerto Internacional de Tulum y el Área de Protección de Flora y Fauna Jaguar (APFFJ) comiencen sus operaciones durante el año 2024, pero con un ciclo de desarrollo diferenciado en su consolidación de hasta 10 años.
De acuerdo con la proyección de se estima que para el 2030 la población de la ZSRM pasará de 130 mil 711 habitantes actuales a 210 mil 588; y para el 2040 aumentará a 285 mil 965 personas. Esto implica un incremento de más de 70 mil pobladores en 10 años, hasta llegar a 396 mil 788 en 2050. Con un incremento de 266 mil 077 individuos, se duplicará la población en 25 años.
Mancha urbana
En relación con la expansión del suelo urbano, el modelo de ocupación prevaleciente es disperso. Debido a la falta de una política de redensificación en las cabeceras municipales, se presenta un crecimiento urbano expansivo, invadiendo zonas de valor ambiental, lo que ocasionará que en 10 años se duplique la mancha urbana.
Respecto a los niveles de densidad habitacional, la cabecera municipal de Felipe Carrillo Puerto conservará una densidad de 52 viviendas por hectárea viv/ha, mientras que en las zonas periféricas será de 6.4 viv/ha. Por otro lado, la cabecera municipal de Tulum tendrá una densidad de 60 viv./ha, y en las zonas periféricas será de 16 viv./ha.
En el escenario tendencial se considera que las dinámicas provenientes de los distintos sectores de actividad económica siguen desarrollándose bajo los mismos parámetros generados actualmente; y bajo el supuesto de la nula intervención y ejecución de proyectos externos que cambien la dinámica actual, a excepción de los prioritarios; así como ni un proceso de planeación y gestión que modifique la situación de la ZSRM.
Para el año 2050 serán necesarias 13 mil 310 hectáreas adicionales de superficie para usos urbanos, y de continuar la tendencia de crecimiento expansiva se detonarán diversos problemas urbanos, tales como largas distancias de traslado para la población, dificultad para la dotación de servicios básicos y el acceso a equipamientos y espacios públicos de calidad.
Para el escenario tendencial, se prevé que el promedio de habitantes por vivienda disminuya gradualmente, tal y como se ha mantenido en los últimos años, siendo de 3.1 para el 2030 y de 2.5 para el 2050.
No obstante, se estima que, al igual que la población, el parque habitacional tenga un incremento gradual a lo largo del tiempo, por lo que, para el año 2050 se prevé un aumento de más de 80 mil viviendas.
La dotación de agua potable irá incrementando conforme a lo reportado en 2020 por el Registro Público de Derechos de Agua, para este año, el municipio de Felipe Carrillo Puerto registró un consumo de 440.95 litros por habitante por día y Tulum 333.46 litros, por lo que el promedio para la ZSRM es equivalente a 387.2 litros por habitante por día.
Finalmente, los Gobiernos municipales reportaron que cada habitante de Felipe Carrillo Puerto genera 1.46 kg de residuos sólidos diariamente, y los tulumnenses producen 2.86 kg, por lo que los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) aumentarán con el crecimiento poblacional, pero manteniendo las cifras reportadas por las autoridades locales. Para el año 2050, la ZSRM generará mil 134 toneladas de RSU al día; en consecuencia, se espera que la generación de RSU anuales sea equivalente a las 414 mil 206.7 toneladas.
Adicionalmente, el escenario tendencial considera que la afluencia turística recuperará su crecimiento prepandemia COVID-19, con un incremento anual del 8 por ciento para ambos municipios.
Las cifras reportadas en 2021 acerca de los visitantes a las tres zonas arqueológicas son similares a las presentadas en 2010, por lo que se retomará la tasa de crecimiento media anual del periodo 2000-2010, que fue del 5.2 por ciento, con una proporción mayor de visitantes extranjeros respecto a los nacionales, hasta llegar a las cifras reportadas en el 2019, previas a la contingencia sanitaria.
Las obras, proyectos y acciones propuestos en el PTO-ZSRM se realizarán en la medida que puedan superarse las diversas restricciones presupuestales e institucionales, entre otras.
Bajo estos parámetros, se estima que para el año 2030, la población de la ZSRM será de 210 mil 831 habitantes, y llegará a 276 mil 180 para el año 2040. Esto implica un incremento total de 63 mil personas en 10 años, hasta llegar a 351 mil 356 en 2050, con un incremento total de 220,000 pobladores entre los años 2020 y 2050.
En el escenario concertado se realizará la vigilancia permanente de los procesos de ocupación para evitar la comercialización ilegal, y se buscará desarrollar instrumentos de planeación territorial, ambientales y urbanos que generen certeza a los propietarios sobre los usos, destinos y aprovechamientos de forma clara, sencilla y sin posibilidad de interpretaciones jurídicas.
Otros datos
El impacto de los grandes proyectos del Gobierno Federal en la zona ya había sido anticipado por otros actores, como el Observatorio de Deforestación Neta Cero, en su estudio Más allá del Tren Maya: Proyecciones de deforestación en la Selva Maya, según el cual la tendencia de deforestación neta en la región de influencia de la vía férrea aumentará de 9 mil 786 hectáreas por año (ha/año) a 12 mil 189.2 ha/año entre el 2018 y el 2030, lo que significa un incremento de 2 mil 403.1 ha/año con respecto a la proyección tendencial que había sin el proyecto.
En dos escenarios posibles -con Tren Maya y sin este- existe una tendencia hacia el incremento de la deforestación; sin embargo, la magnitud de la pérdida de vegetación se duplica con el ferrocarril.
Esto significa que a largo plazo, entre 2030 y 2050, el incremento anual de la deforestación pasaría de las 2 mil 403.1 ha/año a 5 mil 038.83, con Quintana Roo concentrando 46.6 por ciento de ese impacto. Yucatán tendría el 27.9 por ciento y Campeche, 22.2 por ciento.
Para el periodo 2018-2030, Tabasco es el Estado que registrará una mayor tasa promedio de deforestación neta anual (con 5 mil 038.83 ha/año. Asimismo, Campeche incrementará su deforestación bruta a 17 mil 328.88 ha/año.
El Observatorio de Deforestación que elaboró este estudio es una iniciativa que da seguimiento a la meta de la Contribución Nacional Determinada: tasa de 0 por ciento de deforestación neta para el 2030.
De acuerdo con este documento y las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) de los siete tramos del Tren Maya, el proyecto solicitará cambios de uso de suelo en un área total de 6 mil 608.37 hectáreas a lo largo de los mil 500 kilómetros de vía férrea; sin embargo, lo que ya se ha impactado en cobertura arbórea en la línea proyectada de la vía suma un total de 679 hectáreas, tan sólo con las construcciones asociadas que se han realizado entre el 2018 y el 2021.
A partir de este crecimiento acelerado, el Observatorio planteó que se presentan problemáticas derivadas de la dinámica que impondrá el tren, como pérdida de hábitat, fragmentación, atropellamiento y bloqueos de pasos naturales de fauna; conflictos sociales por tenencia de la tierra, desbordamiento la capacidad de gestión de residuos sólidos en las comunidades, desabasto de agua en la zona de Calakmul, riesgo de colapso y degradación de los sistemas kársticos, entre otros.
El estudio reconoció que la deforestación tendencial bruta entre 1986 y el 2018; es decir, antes del Tren Maya, se estimó en 13 mil 188.2 ha/año, mientras que la tasa neta fue de 4,070.8 ha/año, principalmente porque los usos de tierra agrícola y de asentamientos urbanos han desplazado las tierras forestales; sin embargo, con la construcción del medio de transporte y su puesta en operación, esa tendencia de deforestación se incrementará de manera alarmante.
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AT