“Vida y Esperanza”, después de muchos años, el nombre de la misma comunidad que, fundaran adultos mayores se hace profético, ya que en esta población pasa el Tren Maya y se construye el taller de máquinas para dar mantenimiento a este ferrocarril.
Hoy 18 de mayo, es la fecha que siempre recordará la gente de la población como una “inauguración simbólica” del poblado, porque el gobierno federal pavimentó con concreto el camino de acceso de los seis y medio kilómetros, que antes a las familias les tomaba recorrer hasta tres horas.
Rosa Yolanda, quien es hija de Feliciano y Francisca, fundadores de “Vida y Esperanza” informó a diario Por Esto! “nos sentimos orgullosos y contentos que, nuestro presidente de la República nos cumplió con la carretera, ahora ya no tenemos que estar mendigando la carretera.
Para caminar hacíamos tres horas, había monte, sol, no había agua, no había nada, a ‘patitas’, no podías ni ingresar bicicleta, mis papás son los que sufrieron mucho”. Rosa Yolanda especificó que primeramente la población se llamó “Vejez, Vida y Esperanza”, pero después modificaron el nombre.
La ciudadana invitó a los restauranteros y hoteleros a acercarse a la comunidad para adquirir lo que cosechan, porque tienen alimentos orgánicos que vienen del campo, cilantro, chile habanero, papaya, entre otros.
Por su parte, Raúl Ernesto Méndez Briceño, presidente del Comité “Selva Maroma” dijo ser uno de los habitantes que realizaron la ardua tarea de abrir el camino hacia las comunidades, en el tiempo de Rafael Medina. Mencionó que tan solo el camino de terracería alcanza los 18 kilómetros hasta llegar a comunidades como Emiliano Zapata.
Raúl Ernesto Méndez comentó que son aproximadamente 350 personas que viven en “Vida y Esperanza”, que son tierras nacionales, en donde es una zona rural de Solidaridad y que la gente vive de sus autocultivos.
“De verdad la gente que le apuesta al campo es una gente muy decidida, muy participativa, la gente que cree mucho en el proyecto de vida que tienen, le echan muchísimas ganas. Yo tengo un rancho ganadero, llegué a tener 146 cabezas de ganado, la sequía, la pandemia, nos echó para atrás, pero seguimos luchando y echándole ganas”, mencionó.
Ahora con la apertura del camino, así como existe muchas ilusiones de prosperidad, también hay el temor que este acceso atraiga a nuevas personas que quieran invadir sus terrenos y el trabajo que les ha dado conseguirlos y construir sus proyectos de parcelas y crías de animales, compartió.
Sobre que el camino propicie la llegada de “paracaidistas”, Raúl Ernesto Mendez dijo “es una preocupación que tenemos, las invasiones están a la orden del día, se están suscitando, un servidor, tuvo dos intentos de invasión muy fuertes y gracias a Dios, personas muy unidas y comprometidas con nosotros mismos, nos hemos permitido que eso suceda”.
Comentó lamentablemente la gente que llega a invadir es movida por temas políticos. Raúl Ernesto Méndez hizo un llamado a las autoridades de todos los niveles de gobierno, para decirles que tienen que mirar hacia el campo, porque Playa del Carmen no puede vivir evidentemente de la política, porque la pandemia vino a dar una lección muy grande y si no se aprendió pobre de la población, porque hay que diversificar la economía del municipio.
“Tristemente hay que decirlo, yo creo que el gobierno estatal tiene que ver más acá, porque tenemos un gran mercado con los hoteles de la Riviera Maya, pero no nos damos abasto, no producimos lo suficiente, si el pueblo y el gobierno se uniera, yo creo que el campo estaría produciendo para solventar y sustentar la demanda que tenemos, pero sí necesitamos mucho el apoyo del gobierno”, remató.
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