
El uso de facturas falsas y el robo de identidad fiscal integran la mayor cantidad de quejas que recibe la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) en Quintana Roo. En lo que va del año han brindado 323 asesorías y se detectaron 17 casos.
En el 2024 se contabilizaron 110 denuncias, así como atención de 3 mil 897 personas. A los afectados se les imponen requerimientos de pago, multas y, en algunos casos, el bloqueo de sus cuentas bancarias por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El delegado estatal del organismo público autónomo, Gilberto Peña Ruiz, reconoció que las quejas que reciben están relacionadas con recibos fiscales emitidos por empresas “factureras” que ponen en jaque a los contribuyentes. Éstos se percatan de la situación cuando realizan el trámite para presentar sus declaraciones anuales para personas fiscales, que tienen como fecha límite al 30 de abril.
Este tipo de compañías carecen de un domicilio fiscal, de empleados e instalaciones mínimas indispensables para desarrollar sus actividades, y generan comprobantes por operaciones ficticias, simuladas o inexistentes, para eludir el pago de contribuciones de otras compañías.
El uso de las facturas irregulares ocurrió entre hoteles por la asesoría de contadores y despachos contables, antes de la pandemia del COVID-19.

La respuesta de las autoridades fue revisar la materialización de la actividad fiscal y endurecer las penas legales, lo cual logró disminuir “al mínimo” esa práctica en los últimos cuatro años. Los profesionales responsables huyeron hacia Miami, Estados Unidos.
En la actualidad, Peña Ruiz reconoció que esta misma práctica se orienta a las empresas medianas, “que creen pasar desapercibidas” ante la autoridad fiscal.
Otras quejas recurrentes se generan por el robo de identidad; éstas suman de 10 a 15 reportes mensuales ante la Prodecon. En estos casos se recomienda a los afectados interponer también denuncias penales.
Investigación en proceso
Una de las quejas la interpuso un trabajador de la construcción, al que el SAT le requirió el pago de un adeudo cuantioso por impuestos retenidos. “Un albañil, imagínese, que le digan que debe 200 mil pesos de impuestos”.
El caso todavía está en investigación por parte del SAT y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ya que la empresa “fantasma” tenía registrados a los trabajadores.
Al contribuyente le robaron su firma electrónica y toda su información. Se le dio de alta como empresa y se expidieron a su nombre recibos de nómina, en calidad de patrón.
El objetivo de este tipo de estafa consiste en reportar actividad de nómina empresarial y la retención de impuesto para hacer deducible la supuesta actividad. “Y siguen llegando muchísimos casos de ese tipo, de los que la gente se queja de que le robaron la identidad”, dijo Peña Ruiz.

El Código Fiscal responsabiliza a la persona que realizó el trámite por el uso que se dé a la firma electrónica, lo que aprovechan algunos contadores astutos o estafadores para su utilización indebida.
Estas situaciones generan nerviosismo entre las víctimas y hay quienes optan, por desconocimiento, desaparecer porque le temen al SAT, y pasan a abultar la cifra negra de casos no denunciados.
Otro asunto que lleva el organismo ocurrió después de que la empleada de una empresa recibió una promoción laboral para fungir como representante legal, sin conocer que se expedían facturas por servicios inexistentes.
Cuando la autoridad fiscal detectó la irregularidad le fincaron cargos a la apoderada, y aun cuando tuvo asistencia de la compañía durante dos o tres meses, el apoyo cesó por resultar costoso económicamente.
Declaraciones
El funcionario exhortó a las contribuyentes a que acudan en tiempo y forma para presentar su declaración, con fecha límite al 30 de abril. “Como los clásicos mexicanos: dejamos todo para el último momento”, añadió.
Es importante acudir previamente para que, en caso de asesoría o apoyo en el trámite, lo puedan recibir sin complicaciones, y además es en este proceso cuando los contribuyentes detectan si hay anomalías con sus firmas electrónicas o robo de identidad fiscal, Recordó que los contribuyentes que deben presentar sus declaraciones son todos aquellos que registran ingresos superiores a los 400 mil pesos.