Quintana Roo / Cancún

Acoso sexual callejero en Cancún: Víctimas lidian con daños psicológicos y el miedo a salir

La falta de respeto en la vía pública genera a las mujeres problemas de salud mental, como ansiedad
El miedo obliga a las personas del sexo femenino a limitar el ejercicio de su libertad / Mario Hernández

Cuando una persona es víctima de acoso sexual callejero, la primera sensación que experimenta es vulnerabilidad e inseguridad hacia su cuerpo. Esto provoca daños psicológicos, ya que tiene un impacto hacia la confianza del exterior, a las personas desconocidas y hacia sí misma, porque comienzan los cambios de conducta para evitar pasar por otra situación igual; además comienzan los nervios y alteraciones temporales posteriores a que exista una cuestión de mayor impacto como lo es el estrés postraumático, dijo  Natalia Tavizon Otero, psicóloga y representante estatal de Ddeser (Red de los Derechos Sexuales y Reproductivos) en Quintana Roo.

Noticia destacada

Miedo y desconfianza a la autoridad: Las barreras que impiden denunciar el acoso sexual en Quintana Roo

El estrés postraumático es un trastorno psicológico que ocurre después de un evento, que genera una alteración o un trauma y se da generalmente cuando el acoso trasciende a un abuso, como un tocamiento indebido. Esto desencadena problemas de salud metal, como la ansiedad, síntomas de depresión, alteraciones en el sueño y la alimentación, hipersensibilidad, hiperirritabilidad.

El acoso sexual causa en las mujeres temor a tan siquiera salir de sus viviendas / Mario Hernández

Esto puede llevar a problemas físicos, como palpitaciones y síntomas de ataques de ansiedad, como sudoración, dificultad para respirar, temblor corporal y opresión en el pecho y, en caso de que se vuelva crónico, pérdidas o aumentos de hambre y sueño. Por ejemplo, si la víctima es ansiosa seguramente va a comer de más para sentirse aliviada.

El temor de salir a las calles repercute en los espacios laborales, académicos o los lugares donde normalmente se desarrolla la vida de la víctima, como el transporte público (donde el acoso es frecuente), lo que altera la precepción de seguridad y la convierte en negativa.

Este tipo de comportamientos afectan la capacidad de relacionarse con otros individuos / Mario Hernández

También puede repercutir en la capacidad de relacionarse con otras personas como la pareja, o vincularse para establecer intimidad sexual consentida, lo que agudiza sus problemas personales, sobre todo aquellas que han sido expuestas varias veces a este tipo de violencia.

Noticia destacada

Acoso callejero en Cancún: Mujeres viven a diario el miedo al salir 

Cuestión acerca de cuándo se pasa del acoso al abuso, la experta señaló que el primero no rompe los límites de la distancia con la víctima como los comentarios lascivos, gestos o insinuaciones y propuestas indecorosas, entre otros; y el abuso es cuando por medio de la fuerza física quieren obtener algo, como los tocamientos y la penetración.

Para tratar a la víctima, en primera instancia se sugiere que acuda a realizar una denuncia, para que se visibilicen las cifras y las autoridades entiendan que es un problema que necesita atención de inmediato, además de asistencia psicológica durante el proceso de sanación de la persona y brindarle un acompañamiento hasta que pueda asimilar que lo que pasó no es su culpa, así como recuperar de a poco una vida normal, aunque esto requiere de mucho trabajo, sobre todo si la persona agresora sigue rondando por los espacios que la víctima frecuenta.

Se insta a las agredidas a acudir a realizar una denuncia, para visibilizar el problema / Mario Hernández

Ayuda que la afectada cuente con una red de apoyo de amistades y familiares de confianza y acompañamiento de la parte social y la terapia ocupacional.

El acoso es una expresión de la violencia sexual, esto es comunitario, lo que quiere decir que es perpetrado por uno o varios desconocidos que invaden el espacio personal de la víctima.