Un problema de salud pública podría desencadenarse en los límites de Isla Mujeres y Benito Juárez, pues de acuerdo con Jesús Cahum Mex, representante del Comité de Guardianes Comunitarios del Sistema Lagunar Chacmuchuch, los cuerpos de agua están contaminados con metales pesados y de ahí se extraen peces que son ofertados en restaurantes locales.
Dijo que el antiguo relleno sanitario ubicado en las inmediaciones de la laguna Chacmuchuch y del río Manatí destila lixiviados que acaban en el cuerpo de agua y contaminan a los peces.
Cahum Mex afirmó que llevan ocho años presentando denuncias en la Procuraduría Federal de Protección al Ambienta (Profepa), así como en la Procuraduría Ambiental de Quintana Roo (PPA), sin lograr resultados, sólo paliativos.
Reprochó que el Ayuntamiento de Isla Mujeres no quiera tomar cartas en el asunto del saneamiento ambiental, en la parte continental; no así el apoyo que reciben del municipio Benito Juárez, que les envía camiones recolectores de basura, además de la Comisión Nacional de Área Natural Protegida (Conanp).
Dijo que hay gente que se dedica a pescar en el área y saca el producto a vender al Arco Norte; pero lo que está consumiendo la gente es pescado contaminado y nadie hace nada al respecto.
Agregó que en esa área también se oferta caracol, langosta, pulpo y camarón, sea o no veda, porque nadie restringe la acción, lo que es preocupante.
Para realizar sus trabajos, dijo que anualmente participan en programas de organismos federales que les permitan conseguir recursos destinados a la protección del medio ambiente, como limpieza del camino o para vigilancia.
Dijo que ven cómo se está devastando el manglar, porque se da mucho que llega una persona, mide, tumba manglar y lo rellena con basura.
Pidió a las autoridades de los tres niveles de Gobierno que tomen cartas en el asunto, porque más vale prevenir una enfermedad en la población a que se convierta en un problema de salud pública, máxime cuando se trata de contaminación al manto freático, pues el suelo en la zona es kárstico, con escurrimientos al subsuelo donde está el agua que consumimos.
Como vigilantes comunitarios están desde la entrada del Arco Norte hasta el relleno sanitario que operaba la empresa Tribasa. Ese relleno se abandonó, pero se agravó el problema de derramamiento de lixiviado, lo que ya han denunciado.
Adelantó que en unos días interpondrán nuevas denuncias por la grave contaminación en la zona, porque además la gente es muy cochina y lleva colchones, cascajo, llantas y muchas otras cosas, en lo que es un Área Natural Protegida (ANP).
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GC
