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Las familias que habitan casas construidas con material reciclado se encuentran vulnerables ante la posibilidad de contraer enfermedades respiratorias y gastrointestinales, ya que la mayor parte no tiene drenaje.
Martín Pech, residente de la colonia irregular Valle Verde, dijo que es muy difícil sobrellevar esta situación cuando hay mal tiempo, pues sus pertenencias se mojan y cuando hay viento fuerte pierden hasta los techos.
Comentó que ninguna autoridad los ha visitado, y como ya se terminaron las elecciones, ya no les hace falta procurarlos.
La vida en un asentamiento irregular no es nada fácil, pues cuando llueve los residentes son vulnerables a enfermedades respiratorias y gastrointestinales. / Rodolfo Flores
En Cancún, uno de cada 10 habitantes vive en los 260 asentamientos irregulares que hay en la zona metropolitana, de los cuales, 110 son en el municipio de Benito Juárez, mientras que en la Zona Continental de Isla Mujeres hay 50. En ambas demarcaciones existe un aproximado de 23 mil 748 lotes, con 84 mil 768 habitantes, de acuerdo con una proyección de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial Urbano (Sedetu) para el 2024.
Olga Canché, habitante en esta situación, dijo que en cada temporada de lluvias tiene que tirar algunas pertenencias, como ropa o muebles, porque con la humedad comienzan a descomponerse y es por ello que desde hace tiempo no gasta dinero en ello y mejor busca en los contenedores de basura del Centro de Cancún.
En tanto, en la casa de María, otra persona afectada, la mayor parte de las paredes son de madera reciclada y los techos de lámina, por lo que cuando hay mucho viento le da miedo que se vuele todo, señalando que si no tiene para comer, menos para construir cuartos de concreto.
A lo anterior se suma que el piso de tierra se hace blando y lodoso cuando se moja, por lo que dijo que a veces no se quiere bajar de la cama, pero no le queda opción.
La mayor parte de las viviendas está hecha con material reciclado / Rodolfo Flores
Aunque algunas casas están hechas con material de construcción, como la de Alma Badillo, padece los encharcamientos en las calles cuando llueve, pero como son zonas irregulares el municipio no los toma en cuenta para que la colonia se legalice y tengan derechos a todos los servicios públicos, como iluminación, pavimentación, y drenaje.
Dijo que cada que llueve es lo mismo, las vialidades se encharcan y comienzan los moscos, que aunque se tenga todo cerrado o con mosquitero, se llegan a meter y no sabe si hay algún programa municipal que brinde apoyo en estos casos.
JG
