El día de ayer la Secretaría de Salud (Sesa) en Quintana Roo, lanzó una campaña para prevenir mordeduras y picaduras de animales nocivos a habitantes de la zona.
De acuerdo con las estadísticas de la dependencia, el número de personas que sufrieron la mordedura de mamíferos (no perros), incrementó 49%, en comparación con el año pasado, ya que la Entidad reportó 123 casos en 2023, mientras que en lo que va del 2024 la cifra ya llegó a 237.
Además, se han registrado 67 casos de picaduras de alacrán, 159 por algún atrópodo (animales arácnidos, crustáceos), 14 por abeja y mordeduras de serpiente cascabel y coralillo con un caso respectivamente.
Uno de los hechos más sonados fue el 11 de febrero pasado, con la muerte de un hombre de 67 años de edad, quien fue diagnosticado con rabia después de ser mordido por uno de los gatos que rescató de la cale, siendo el primer fallecimiento registrado en México después de 19 años.
La primera institución en dar a conocer la noticia fue el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades y luego lo confirmó el Laboratorio de Rabia del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE).
Hace unos días, habitantes de la Zona Maya manifestaron su preocupación, ya que con el calor y la humedad notaron un incremento de alacranes y tarántulas, por lo que sentían temor por sus picaduras, sobre todo con los niños, ya que no miden el peligro cuando están cerca de estas especies, por lo que deben cuidar todos los rincones del hogar antes de dormir.
Según la Sesa, en caso de sufrir una picadura o mordedura, lo primero que se debe hacer es colocarse en una zona segura, alejándose de la especie en cuestión, debe conservar la calma, no realizar esfuerzos, ya que esto puede propagar el veneno (casos particulares).
Otras de las recomendaciones es revisar la hora en que ocurrió, tratar de identificar la especie o sus características físicas, esto ayudará para el tratamiento, retirar anillos, cadenas, pulseras, bufandas y calcetines, porque el cuerpo puede inflamarse, sobre todo la zona afectada, hay que limpiar la herida, inmovilizar la zona y acudir a la Unidad Médica más cercana en calidad de urgente.
Entre las cosas que no se deben hacer, está tratar de succionar el veneno, aplicar torniquetes, medicarse, remedios tradicionales y elevar la zona afectada, ya que eso favorece que el veneno se esparza rápidamente por el cuerpo.
Para evitar la proliferación de este tipo de fauna, hay que mantener los patios limpios, evitar dejar residuos de alimentos en los botes de basura y en el interior de los hogares, sacudir los rincones, esquinas y muebles.
AG