Un corral destinado a la protección de huevos de tortuga ha sufrido graves daños debido a la erosión provocada por los fuertes oleajes. Este fenómeno ha afectado la integridad de los corrales, que deberían estar ubicados en playas estables y alejadas de la erosión.
La erosión costera, caracterizada por la exposición de piedras y una altura superior a un metro, ha resultado en la pérdida de uno de los nidos en las playas de Cancún y en la falta de hábitats críticos para el desove de las tortugas marinas. Las condiciones climáticas adversas también complican los esfuerzos para proteger los huevos, poniendo en riesgo la supervivencia de estas especies.
Es esencial implementar medidas adecuadas para mitigar estos efectos, como la reubicación estratégica de los corrales y el fortalecimiento de las infraestructuras de protección.