Quintana Roo / Cancún

Cenote de la región 230 de Cancún en peligro por altos niveles de contaminación

El agua del cenote sufre vertedero de aguas residuales, además de basura dentro y fuera de esta.
La proliferación de mosquitos en el área aumenta el riesgo de infecciones y enfermedades / Nicole Gutierrez

El cenote ubicado en la región 230 de Cancún, que debería ser un refugio natural prístino, ha sufrido una contaminación alarmante al convertirse en un vertedero de aguas residuales y basura. Este cuerpo de agua es uno de los 42 en el municipio que presenta uno de los mayores niveles de contaminación, debido a la acumulación de una variedad de residuos urbanos.

La situación se ve agravada por una alcantarilla que conecta directamente al cenote, vertiendo aguas residuales que contaminan sus aguas. Además, la presencia de basura tanto dentro como en los alrededores del cenote ha generado un entorno insalubre.

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La contaminación del cenote no solo afecta su belleza natural, sino que también tiene graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente. La proliferación de mosquitos en el área aumenta el riesgo de infecciones y enfermedades, especialmente para los niños y familias que viven en las cercanías del parque del cenote. Los malos olores que se perciben en el lugar son un testimonio de la falta de mantenimiento y vigilancia.

Además, la contaminación del cenote tiene un impacto negativo en la fauna marina, ya que dentro de sus aguas se encuentran peces que están expuestos a los efectos nocivos de los residuos y las aguas residuales.

La acumulación de basura forma focos de infección poniendo en riesgo a los habitantes / Nicole Gutierrez

La presencia de carteles colocados por la Secretaría Municipal de Ecología y Desarrollo Urbano, que ahora yacen tirados y pintados, refleja la falta de atención y cuidado hacia este espacio natural. Estos carteles, que originalmente tenían el propósito de informar sobre la importancia del cenote, ahora generan una mala imagen y subrayan la necesidad de una intervención efectiva para proteger el área.

En los alrededores del cenote, se observan objetos quemados y palmeras carbonizadas, lo que deja un olor desagradable y pedazos de tierra negra en el entorno. Esta práctica no solo contamina el aire, sino que también degrada el suelo y la vegetación circundante.