Vestigios arqueológicos descubierto en 2009, cuando se construía el fraccionamiento Paraíso Maya, son invadidos y saqueados pese a estar resguardados con malla anticiclónica. Además, un cenote adyacente está contaminado con exceso de basura.
Aunque la zona está cubierta con piedras y maleza, en un área adyacente se descubrieron estructuras arquitectónicas que serían una parte habitacional. La estructura principal seguramente fue un templo, probablemente, fueron construidas en el preclásico, luego abandonadas y en el postclásico se reutilizaron.
El fraccionamiento Paraíso Maya está ubicado en la Región 107, a la altura del kilómetro 21.5 de la carretera a Mérida, un poco más adelante del fraccionamiento Tierra Maya.
La presencia de un pulmón verde con vestigios prehispánicos, es preocupante por el estado de abandono y deterioro en el que se encuentra.
La falta de vigilancia y medidas de protección, como la malla ciclónica galvanizada que fue retirada o saqueada para ser vendida como chatarra por los pepenadores, ha permitido el acceso no autorizado al área y las personas entran a intoxicarse con alcohol o sustancias prohibidas.
La problemática se agrava con la ausencia de un programa eficiente de descacharrización por parte del Ayuntamiento de Benito Juárez. La falta de gestión para eliminar residuos y desechos resulta en la acumulación de basura, muebles, aparatos eléctricos, escombros y neumáticos, convirtiendo este espacio en un vertedero más.
La presencia de cenotes abandonados es particularmente preocupante, ya que pueden convertirse en criaderos de mosquitos, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por estos insectos.
Además, la falta de vigilancia propicia la invasión ilegal de la zona y las familias levantan chozas y ocupan ilegalmente el espacio, lo que contribuye a la degradación del entorno y afecta el patrimonio natural y cultural de los quintanarroenses.
Sería fundamental que la autoridad federal correspondiente implemente medidas para la restauración y preservación de este pulmón verde. La concientización de la comunidad sobre la importancia de cuidar estos espacios naturales y arqueológicos también sería clave para garantizar su preservación a largo plazo.
Vecinos preocupados por la falta de iluminación, falta de vigilancia y la cercanía a Villas Otoch Paraíso, mejor conocido como las favelas, han contaminado con miedo a los habitantes al convertirla también en un punto rojo de inseguridad. Algunos vecinos cuentan que en las noches incluso ven salir a niños con mucho pelo, cruzar la calle mientras juegan, dando pie a las leyendas de los aluxes.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
HS