Luego de que se diera a conocer la nueva flotilla de 30 taxis que operarán en beneficio de las personas con discapacidades motrices, se consultó a la ciudadanía acerca del tema para saber si están al tanto de esta iniciativa, si consideran que servirá para subsanar las dificultades que enfrentan a diario estos usuarios, además de que hablaron acerca de su experiencia respecto al uso de transporte público.
En ese sentido, las opiniones son diversas, pues mientras algunos de los entrevistados consideran que sí puede ser considerada como una solución a los problemas de movilidad dentro de la ciudad, otros advierten que se trata de una mera simulación para que las autoridades digan que se están atendiendo las necesidades de este sector poblacional, porque realmente no existe conciencia entre los choferes para brindar un servicio digno y empático.
Noé Carmona, quien se apoya con una andadera para su movilidad, señaló que desconocía la introducción de los taxis inclusivos, aunque sí había escuchado acerca de esta iniciativa.
Considera que es ayudaría mucho, ya que los conductores de las unidades comunes en cuanto ven que una persona lleva bastón o silla de ruedas, sigue de largo para no llevarla, y que no tendría problema si la tarifa es mayor, pues está consciente de que los choferes de estas unidades estarían brindando un servicio extra al ayudar a los pasajeros para subir y bajar, y siempre que lo lleven a donde él necesite.
Por su parte, Patricia Sansores, esposa de Noé, mencionó que se verá el beneficio a las personas discapacitadas sólo si los taxistas realmente prestan el servicio de manera adecuada, pues portar un logo no servirá de nada si muestran la misma mala actitud que casi es característica de los taxistas cuando se trata de estos usuarios.
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Al respecto, Pety Utrilla, quien actualmente usa muletas por una lesión, coincidió con Noé respecto a su desconocimiento sobre la implementación de los taxis inclusivos, pero señaló que, sin duda, es una alternativa positiva debido a que existe poca empatía para las personas discapacitadas y resulta difícil conseguir transporte para quienes no cuentan con vehículo particular.
También señaló que sería idóneo que se establezcan espacios de estacionamiento específicos para que desciendan las personas discapacitadas, como paraderos. Y respecto a las tarifas, considera que debería establecerse una tarifa estándar para este servicio.
Sobre el tema, María Rosy, hija de una usuaria de silla de ruedas, tampoco estaba enterada de que entraron en circulación los taxis inclusivos, mientras que en su día a día se les dificulta mucho que algún taxista quiera llevarlas, al grado de que incluso no se paran sólo con ver la silla de ruedas y se valen de esta condición para cobrar más, siendo esta la condición para brindar el servicio; en ese sentido, ella no estaría de acuerdo en que los taxis inclusivos cobren una tarifa mayor y expresó que estaría dispuesta a pagar hasta 30 pesos. Finalmente, mencionó que es necesario que sea más visible el distintivo de las unidades para que los usuarios con discapacidad puedan identificarlos.
Roberto Segura, quien también se mueve por medio de una silla de ruedas, asegura que se trata de un acto de simulación por parte del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa), toda vez que es un tema por el que las personas discapacitadas han recurrido en múltiples ocasiones a las oficinas para solicitar un transporte verdaderamente inclusivo y el trato de les dan es pésimo, incluso parecen burla las respuestas que les dan, pues los mandan al segundo piso para que los atiendan, cuando se trata de personas que usan bastones, andaderas, muletas o sillas de ruedas.
Además, indicó que es muy probable que se implemente esta iniciativa ahora, sólo para que las autoridades digan que sí se está dando respuesta a las solicitudes que las personas con discapacidad realizaron en semanas anteriores, ya que, genuinamente, no existe interés por apoyar a estos usuarios, ya que no se refleja conciencia ni empatía sobre el tema.