De acuerdo al titular de la Dirección de Seguridad Ciudadana en el municipio de Bacalar, Carlos Briceño Villagómez, existe un déficit de cerca de 130 elementos policiales en la zona, que sigue sin cubrirse. Ello, frente a un incremento de la percepción de inseguridad entre la ciudadanía.
El director de la policía municipal señaló que, a pesar de los esfuerzos de las autoridades locales para incorporar nuevos elementos, no ha habido un gran interés por parte de la ciudadanía de sumarse a sus filas.
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Entre las medidas que han realizado para revertir está situación fue el incremento en el salario y en las prestaciones, sin embargo, hasta siguen sin cubrir la cuota de personal.
Por ello, también han extendido su convocatoria, la cual lleva activa desde el año pasado, hasta otras localidades en la entidad, incluso, han buscado reclutas en otros estado.
"Tenemos ya la convocatoria abierta y sigue abierta desde el año pasado. Sigue abierta para este año y vamos a intensificar la promoción para el alta en la de la policía. Hasta ahorita necesitamos aproximadamente un cuadro de policía de 134 elementos", declaró Briceño Villagómez.
Una de las consecuencias de esta situación, es que la dirigencia realice ajustes en los turnos del personal y sobre la distribución del recurso humano, lo cual deriva en serias limitantes para responder a llamadas de emergencia y hechos delictivos en Bacalar o comunidades rurales.
Aunque no comentó sobre cuáles podrían ser los motivos de esta falta de interés, la falta de policías ha ocasionado que en varias zonas, tanto urbanas como en poblados, no exista un patrullaje y vigilancia constante.
Una de las denuncias que se han hecho más comunes de los bacalarenses hacia las autoridades municipales es que se mejore la seguridad, dado los casos registrados de privaciones de libertad, reportes de balaceras en algunas comunidades o ejecuciones.
Cabe mencionar que, el año pasado, el poblado de El Gallito fue escenario de un episodio violento que sonó a nivel nacional, después de que se reportó la ejecución de varias personas, así como balaceras y quema de vehículos por miembros del crimen organizado, lo que obligó que varias familias por temor se desplacen hacia otras comunidades.