Ayer por la mañana, una embarcación artesanal apareció en Playa Norte, y sus tripulantes, presuntamente cubanos, lograron escapar hacia las calles del Centro histórico, según testigos que señalaron que la policía municipal llegó tarde al lugar.
La nave habría llegado al amanecer en la zona conocida como "Riíto", cerca de la Casa de Rocas, donde se da la bienvenida a los capitanes de veleros que participan en regatas desde 1964, cuando el velero nacional "Isla Mujeres" ganó el torneo, procedente de Florida.
Este hecho marcó el inicio de la etapa turística del lugar; ese mismo año, el presidente Adolfo López Mateos inauguró el primer hotel de lujo en la Península de Yucatán, Zazil-Ha, que contaba con más de 70 habitaciones y búngalos. Además, se inauguró la pista aérea.
En esta ocasión, la llegada de indocumentados en la nave artesanal atrajo la curiosidad de algunos turistas, quienes se acercaron para observar de cerca una de las muchas embarcaciones con las que los cubanos arriesgan sus vidas en busca de mejores condiciones de vida durante la travesía de más de 200 kilómetros por el Canal de Yucatán.
A lo largo de tres décadas, ha sido común el recale de indocumentados en navíos precarios en la isla y sus alrededores. En muchos casos, solo se observan embarcaciones abandonadas, como en esta ocasión. Los tripulantes lograron escapar ante la policía y ponerse en contacto con “polleros” que los llevarían a la frontera con Estados Unidos, según declaraciones de quienes han sido entrevistados.
Sin embargo, algunos eligen quedarse en México. Es el caso del pelotero cubano Randy Arozarena, quien llegó a Isla Mujeres en junio de 2015 tras salir de su país en una balsa. Su travesía duró ocho horas, cruzando olas de hasta seis metros, y su embarcación se partió en la parte delantera. Arozarena describió su viaje como rápido, a diferencia de otros que pueden durar días o semanas, y en los que muchos no logran alcanzar tierra firme.
A los 29 años, se nacionalizó mexicano y formó parte de la delegación que compitió en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Con su primer contrato en las Grandes Ligas por 1millón 250 mil 000 dólares, logró sacar a su familia y amigos de Cuba. Su fichaje con los Cardenales de San Luis se concretó en 2016, según declaraciones que ofreció a los medios tras su éxito en las Grandes Ligas.
Fue felicitado en su momento por el presidente Andrés Manuel López Obrador por su destacada participación en representar a México en torneos internacionales de beisbol.