La plaza 28 de Julio fue el sitio de la congregación de un grupo de feministas que llegó para manifestarse de manera pacífica, en donde destacó que tan sólo este 2024 en Solidaridad se han contabilizado 24 feminicidios, hasta el momento, de acuerdo con la integrante del Colectivo “Siempre Unidas”, Belinda Contreras.
A diferencia de otros años, las mujeres no marcharon por la Quinta Avenida y solamente llegaron a la plaza cívica para protestar contra las desapariciones, violaciones sexuales, casos de acoso y hostigamiento laboral, así como feminicidios.
En una de las lonas instaladas en la fachada del Palacio Municipal de Solidaridad se pudo leer: “Paren de matarnos”; y que remarcaba que en el 2021 se reportaron 53 feminicidios en Quintana Roo; en 2022 fueron 52, y en 2023 contabilizaron 63 asesinatos de mujeres.
Mientras que, en sus datos sombra, el número de las desapariciones oscilan, en 2022, en 66 y en el 2023 son 78 desaparecidas.
Este evento se llevó con la total calma, en donde el Ayuntamiento hasta colocó algunos tableros para que las manifestantes tengan dónde expresarse. De hecho, se creyó que el contingente sería más grande, por lo que el personal de Protección Civil y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana estuvieron preparándose para colocar vallas metálicas y cerrar la circulación de calles aledañas al Palacio Municipal, pero esto no fue necesario porque arribaron alrededor de 50 mujeres.
Belinda Contreras indicó que en esta manifestación prepararon para la concentración bordados, donde pusieron palabras y frases de empoderamiento femenino, que realizaron mujeres y niñas.
La activista comentó que hay mucho trabajo por hacer porque Solidaridad tiene una alerta de género desde el 2017 y lo más importante es que las mujeres permanezcan en un lugar en donde pueden estar a salvo.
Asimismo, en los tableros se pudo leer que adolescentes y mujeres adultas escribieron que se sienten inseguras en espacios públicos, que incluyeron instituciones educativas como CBTIS, Cetmar, etcétera; también escribieron que tuvieron su primer tocamiento sin consentimiento, en edades que van desde los cinco hasta los 17 años de edad.