Los lancheros turísticos de Chiquilá buscan por su propia cuenta y a través de las redes sociales promocionar sus servicios de tours al ojo de agua Yalahau, Isla Pasión, Punta Mosquito, Punta Cocos y Cabo Catoche, que tienen un costo de entre 480 y 880 pesos por persona, dependiendo del paquete.
Lo anterior, con el fin de atraer a los visitantes después de casi un mes de inactividad por las afectaciones climáticas y para informar que los servicios turísticos del puerto se han restablecido después del paso del Huracán Beryl, por lo que ya pueden llegar a Chiquilá en esta próxima temporada de vacaciones.
Germán Herrera Olivar, prestador de servicios náuticos, hizo hincapié en el hecho de que cada lanchero tiene que buscar la manera de promover su servicio a través de Facebook, informando precios y paquetes.
Externó que para Chiquilá no hay difusión de las actividades que ofrece, como sucede con Holbox, quizá porque sólo lo consideran un punto de paso, aunque hay restaurantes y hoteles que también se publicitan por su cuenta.
Los lancheros aseguraron que ninguna Administración municipal ha tenido un encargado de Turismo que los tome en cuenta, que los capacite, que promueva las actividades o que busque convenios con empresas o con la misma autoridad para reducir precios y hacer accesible los recorridos a los habitantes del municipio durante las temporadas bajas.
Recordaron que hace alrededor de dos años, cuando se estaban recuperando de la crisis por la pandemia, los ejidatarios de Kantunilkín bloquearon la carretera hacia Chiquilá para exigir un pago a la CFE por sus tierras afectadas. Su bloqueo duró más de 15 días y de manera indirecta causó una severa afectación al puerto, de la cual aún no se reponen.
Las agencias de viaje que tenían convenios con algunos lancheros de Chiquilá los cancelaron y buscaron opciones en Yucatán, y a la fecha no han vuelto a tener un acercamiento, por lo que su actividad bajó demasiado y en sus mejores momentos apenas logran un 60 por ciento, como en las pasadas vacaciones.
GC