Un grupo de trabajadores involucrados en la construcción del Tren Maya, provenientes en su mayoría de Chiapas, ha optado por establecerse en Tulum al concluir las fases más importantes del proyecto. Atraídos por la expansión de la oferta laboral en distintos sectores del municipio, estos empleados ven en la ciudad una oportunidad para un futuro estable.
Aunque algunos planean regresar a sus hogares, un número significativo está considerando quedarse debido al auge de la demanda de mano de obra en la región. Uno de estos trabajadores, Marco Antonio Díaz, quien supervisa las obras y es originario de Palenque, Chiapas, comentó que, si bien algunos de sus compañeros anhelan reunirse con sus familias en sus lugares de origen, otros ven en Tulum un destino ideal para continuar sus vidas. Para Díaz, la decisión de quedarse o regresar depende de las circunstancias personales de cada trabajador.
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“Algunos prefieren volver a casa y estar con los suyos, pero también hay quienes ven aquí un futuro laboral prometedor”, afirmó. El crecimiento de Tulum como un punto turístico y comercial de relevancia ha generado un aumento en la demanda de empleos, especialmente en sectores como la construcción y los servicios.
Con la finalización de las obras del Tren Maya, se abren nuevas oportunidades para quienes cuentan con las habilidades requeridas por las empresas locales, que ahora buscan personal calificado para cubrir las crecientes necesidades del mercado. Rafa Domínguez, empresario de la región, mencionó que la experiencia adquirida por los trabajadores del Tren Maya les otorga una ventaja en el competitivo panorama laboral de Tulum.
“Hay una fuerte demanda de trabajadores especializados en construcción y mantenimiento. Muchos de los empleados del Tren Maya tienen las capacidades que las empresas locales necesitan”, comentó Domínguez.
El asentamiento de estos trabajadores en la ciudad podría influir positivamente en la economía local, aunque también presenta retos en cuanto a infraestructura y vivienda. El incremento poblacional exige una respuesta adecuada por parte de las autoridades, quienes deberán atender las necesidades básicas y de alojamiento que surgirán con este nuevo panorama.
Para muchos de los empleados, Tulum no solo significa una oportunidad económica, sino también la posibilidad de comenzar de nuevo. “Es un buen lugar para trabajar y vivir, y mientras haya trabajo, consideramos quedarnos”, concluyó Marco Antonio Díaz, reflejando el sentir de muchos de sus compañeros.