La empresa tejana que se había comprometido a adquirir tonelada y media de chile habanero a la semana, en la comunidad Chunhuás, se echó para atrás, al parecer por los problemas de aranceles en las exportaciones a Estados Unidos. Los productores se vieron obligados a colocar el picante en el mercado local.
De acuerdo con el responsable del invernadero de dicha población, Emilio Alamilla Miss, “los problemas de los aranceles que viene promoviendo el Gobierno de Donald Trump han venido a repercutir en la producción en la zona maya. Desde el pasado mes de diciembre, debimos haber empezado a enviar los embarques a este país”, declaró a PorEsto!
“Ya estamos en febrero, no hemos podido vender el picante; es más, la empresa tejana que había convenido con nosotros exportar nuestra producción a Estados Unidos, ya no regresó para llevarse una tonelada y media por semana”, acotó.
Agregó que la situación los ha afectado porque, confiados en el ofrecimiento, están cosechando semanalmente una tonelada y media del picante, la cual han tenido que distribuir en el mercado local, para que no se les eche a perder. Comentó que actualmente hay mucha producción en el campo, y no sólo en Quintana Roo, también en Campeche y Yucatán.
Refirió que en el invernadero de Chunhuás tienen produciendo una superficie de dos hectáreas y el kilogramo del vegetal se ha mantenido a 60 pesos; en cambio, el que se siembra a cielo abierto, no supera ni los 30 pesos por kilogramo. “Hasta estos momentos no hemos tenido buen precio en nuestros productos, es por eso que lo estamos vendiendo de acuerdo a nuestras propias posibilidades”, señaló Alamilla Miss. Detalló que el producto que no se pueda colocar en el mercado se deshidratará para destinarlo a la elaboración de salsas picantes.
“Debemos buscar alternativas para que no tengamos mucha merma en nuestro invernadero, ya que de ahí dependen, por lo menos, una veintena de familias de los trabajadores. Esto no nos desanima; tenemos la certeza de que vamos a salir adelante con nuestra producción, ya que consideramos que el mercado local nos puede respaldar, puesto que hasta al invernadero llegan las personas a comprar la producción”, concluyó.
El invernadero Chunhuás opera desde hace más de dos décadas. Las familias se han sumado para consolidarlo y que no le pase como a otros espacios de cultivo de la zona maya, que se convirtieron en elefantes blancos.
Tiemblan comerciantes y agricultores
Comerciantes y productores de José María Morelos indicaron ayer que, hasta donde entienden, la eventual aplicación de un arancel a la mercancía que se exporta a Estados Unidos podría afectar de manera significativa la economía.
Según ellos, la medida encarecería el valor del dólar respecto al peso mexicano y eso se traduciría en el aumento de los precios de los productos en general. Por consiguiente, afectará el bolsillo de los consumidores, ya que dicho porcentaje se reflejará en el costo de los productos de consumo y también equipos y herramientas de trabajo.
Miguel Chi, comerciante y productor, afirmó que si el Gobierno de Estados Unidos llegara a aplicar el impuesto, la economía será afectada por el aumento de precio de los productos en general. Según él, al incrementarse el valor del dólar frente al peso mexicano, los precios tanto de productos esenciales (como los alimentos) como no esenciales (como los aparatos electrónicos) subirían automáticamente.
En consecuencia, lo que ganan los trabajadores perderá valor adquisitivo. “Eso es lo que, siento, yo, preocupa al Gobierno mexicano”, apuntó.
Humberto Martín, comerciante, coincidió en que la eventual imposición de aranceles a productos como el aguacate, la cerveza y el tequila, afectará la economía del país y alertó sobre la pérdida del valor de la moneda mexicana en el mercado. La mejor solución ante la amenaza del Gobierno de Donald Trump, dijo, es que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo invite a su homólogo estadounidense a negociar para evitar la implementación de estas medidas.
Matías Cauich Cen, productor de la zona de mecanizados, comentó que los aranceles no les afectarían, ya que ellos no exportan a ese país, sino que venden a los intermediarios y empresas nacionales. No obstante, sí perjudicará en otras regiones del país, como en Veracruz, donde existen empresas agroindustriales manejadas por los productores.
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, anunció ayer, a nivel nacional, que la aplicación de los aranceles del 25 por ciento se suspende temporalmente por un mes, luego de haber llegado a una serie de acuerdos con el mandatario de los Estados Unidos.
Pescadores, en jaque
El sector pesquero de Lázaro Cárdenas sería uno de los afectados por el incremento de aranceles, puesto que la producción de la zona norte del estado se envía a ese país, y la medida reduciría en gran medida el consumo de mariscos, sostuvo Alberto Pérez Villatoro, representante de la Federación de Cooperativas Pesqueras. Agregó que se deben considerar otras alternativas de exportación.
Mencionó que los mariscos y sus derivados, como el aceite o la harina, se consumen en varios países, pero Estados Unidos es el principal mercado.
Explicó que la producción local no es enviada directamente fuera del país, sino que se vende a mayoristas que la exportan a Estados Unidos, de modo que sí se prevé una afectación al sector de este municipio.
Esto empeoraría el impacto negativo de la producción pesquera, que ahora atraviesa vedas y afectaciones por los frentes fríos que han paralizado las naves de alrededor de mil pescadores de Chiquilá y la isla Holbox, tanto cooperativados como permisionarios libres. Por ello, el sector está a la expectativa del resultado de las negociaciones que el Gobierno federal, que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum, haga con el vecino país, para beneficio de todos.
En caso de darse el incremento, el principal afectado sería el producto marino, desde escamas, pulpo y langosta, hasta otros que tienen demanda. Sostuvo que aun cuando la producción se mantenga, el consumo caería, puesto que Estados Unidos es el principal mercado para la venta de mariscos y sus derivados.
Expuso que el incremento de los aranceles provocaría dejar ese mercado y buscar nuevas alternativas, pero mientras eso sucede el consumo de pescado y mariscos caerá drásticamente, pues el mercado local no es suficiente para venderlo, por la situación económica de las familias, de modo que el tema les preocupa.
Proponen nuevos mercados
El sector empresarial de Quintana Roo consideró que se deben buscar mercados alternos para las exportaciones. Si bien, Quintana Roo exporta básicamente productos agropecuarios a EE. UU. y se ubica entre las últimas entidades de México en cuanto al volumen, empresarios locales aseguran que México debe aprovechar sus 23 Tratados de Libre Comercio para diversificar sus ventas y fortalecer su presencia en otros mercados.
“Tenemos productos de alta calidad y con las mejores normativas de seguridad. La postura del Ejecutivo federal es correcta, asumiendo un liderazgo firme y enviando un mensaje claro de unidad y trabajo en equipo”, afirmó un representante de la iniciativa privada. Advirtió que la inflación será una consecuencia inevitable de estas decisiones, que también impactan a empresas estadounidenses, especialmente en el sector de electrónicos y tecnología.
Este aumento de costos, sumado a la inflación, podría impactar negativamente los bolsillos de las familias mexicanas, dado que el mercado estadounidense consume el 33 por ciento de las exportaciones del país. Otra líder empresarial de Cancún destacó la importancia de alcanzar acuerdos que minimicen los efectos adversos de estas medidas, que afectan tanto a México como a Estados Unidos.
Un tercero mencionó que los productores y maquiladores enfrentarán sobreinventarios debido a la disminución de exportaciones, lo que podría provocar un aumento en el tipo de cambio del peso frente al dólar y un incremento de precios de hasta un 15 por ciento en los productos importados. Aun con la prórroga conseguida por la mandataria federal, el panorama se presenta incierto, y la comunidad empresarial hace un llamado a la colaboración para mitigar los efectos de estas medidas arancelarias.
Los empresarios reiteraron su total apoyo al gobierno federal, pero reconocieron que ninguno está preparado para hacer frente a esta medida. “Hoy, de manera unilateral uno de los socios viola el Tratado de Libre Comercio, lo hace de manera muy agresiva, poco adecuada y difícilmente encontrará los objetivos que está buscando”, señalaron.
Invitaron al Gobierno federal para que mantenga la cabeza fría para establecer las medidas necesarias con las autoridades de Estados Unidos y Canadá. La Secretaría de Economía reportó que, en 2023, las exportaciones desde Quintana Roo hacia Estados Unidos alcanzaron los 20 millones de dólares, destacando productos como vidrio de seguridad, agua mineral y muebles.
Por su parte, empresarios de la zona sur de Quintana Roo señalaron que la implementación de aranceles supone un impacto al sistema financiero y de intercambio en la región, por lo tanto, les preocupa y ocupa. Aparte de las repercusiones que podría representar para el envío de productos locales a Estados Unidos, como chocolate, miel y salsas gourmet, entre otras, está la inquietud por el incremento de los costos para la adquisición de insumos.
“En el caso de Chicza tenemos que ver si el arancel es ‘universal’, seguramente algunos insumos orgánicos que importamos tendríamos que explorar la posibilidad de otros centros o alises para su abasto”, explicó un líder chiclero regional. Las mismas consecuencias podrían enfrentar empresarios restauranteros y de bares a la hora de plantearse si continúan adquiriendo insumos provenientes de Estados Unidos o buscan otra fuente.
Para algunos es importante que el intercambio internacional deje de ser tan dependiente de EE. UU. “Debemos en corto y mediano plazo ir sustituyendo importaciones y abrir nuevos mercados, en nuestro caso debemos pensar en China y Latinoamérica por lo pronto”, señaló. Por ejemplo, el principal mercado para el chicle es el europeo.
Respuesta “de altura”
Varios empresarios de la zona sur estuvieron de acuerdo con la respuesta del gobierno mexicano ante las imposiciones.
“Ha sido de altura, congruente con un evento de esa naturaleza donde la reversión industrial de EE. UU. no ha sido una estrategia de largo plazo y ahora quiere el gobierno americano compensar su déficit en la balanza comercial bajo esquemas de proteccionismo que a nadie beneficiará”, dijeron.