Los homicidios relacionados con la delincuencia organizada en Quintana Roo, no disminuyeron en mayo. Ayer la lista aumentó a 54 casos ocurridos en 31 días, luego que un joven fuera asesinado de varios disparos sobre la avenida Leona Vicario, en la Región 219. La víctima presentaba nueve heridas en el cuerpo. Como en la mayoría de estos crímenes perpetrados, incluso a plena luz del día, hombres, mujeres y niños fueron testigos.
En lo que va del año, 227 personas han sido víctimas mortales de la delincuencia organizada que azota cada municipio; de estos casos, 54 ocurrieron en mayo.
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Cancún fue la ciudad con más decesos de este tipo al contabilizarse 35. Algunas de las víctimas sólo se encontraban en el lugar y momento equivocado, cuando les tocó quedar en medio de un ataque armado; otros, ya no regresaron a casa al ser cobardemente asesinados mientras desempeñaban su trabajo.
Otro “un conflicto personal entre dos” generó terror entre comerciantes ubicados a lo largo de la avenida Kabah, quienes atestiguaron cómo dos bares fueron atacados a balazos en repetidas ocasiones.
Al parecer, los primeros atentados ocurridos, justo cuando cerraban los establecimientos, fueron “avisos” realizados por dos presuntos integrantes del cártel autonombrado Sinaloa, quienes finalmente la noche del pasado 6 de mayo dejaron sangre y muerte a su paso, cuando abrieron fuego en contra, principalmente, de los trabajadores de los bares “Las de la Kabah” y “Déjà Vu”, donde el saldo fue de tres muertos y seis heridos.
Una de las víctimas mortales era un padre de familia, quien luego de salir de su trabajo se reunió en uno de los bares con amigos, cuando fue impactado por una bala en la cabeza. Finalmente, al interior de un hospital, perdió la vida. Su esposa y sus tres hijos, junto a sus restos, se vieron obligado a regresar a la tierra que los vio nacer.
Tras verse superadas con este tipo de ataques, las autoridades Municipales y ministeriales implementaron 15 medidas de seguridad para erradicar los indicies delictivos en el Estado; sin embargo, los crímenes continuaron, ya no sólo a plena luz del día ni vías transitadas, sino al interior de viviendas, como ocurrió el pasado día 13, cuando dos hombres ingresaron a un domicilio en Tulum y dispararon en dos ocasiones contra un menor de 17 años, quien dormía en su hamaca.
Dos días después, una vendedora de tacos fue atacada por desconocidos mientras instalaba su puesto ambulante, en una de las principales calles del noveno municipio. Murió a consecuencia de las heridas mientras era atendida en un hospital en Playa del Carmen.
A la fecha, no hay medidas efectivas que garanticen que los hechos delictivos ocurridos a lo largo y ancho de Quintana Roo, marcharán a la baja.
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CG