La ola de violencia que vive desde inicios de año el municipio de Felipe Carrillo Puerto se mantiene incontrolable, ante el pasmo de la autoridad municipal, que literalmente “no da pie con bola” en ese problema, que afecta seriamente a la sociedad local.
En la madrugada de ayer, un padre y su hijo fueron baleados, a unos veinte kilómetros de la cabecera municipal, sobre la Carretera Federal que conduce a Chetumal.
Al filo de la medianoche, los números de emergencia se activaron y de inmediato se movilizaron elementos de Seguridad Pública, personal del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional hacia unos veinte kilómetros rumbo a la ciudad de Chetumal, por la Carretera Federal, donde a cuatrocientos metros pasando el entronque a la comunidad de X-Hazil Sur ubicaron un automóvil compacto que presentaba varios impactos de bala.
El personal de las corporaciones aplicó de inmediato los protocolos pertinentes, protegiendo las evidencias y resguardando el vehículo, un Volkswagen Jetta rojo, el cual presentaba impactos de bala en varias partes y dos de los neumáticos pinchados a causa de los balazos.
Extraoficialmente, se pudo averiguar en el sitio que en el carro viajaban cuatro personas: el conductor y su padre, quien iba de copiloto, así como dos personas más, quienes al momento del ataque y apenas detuvo su marcha la unidad, literalmente se arrojaron del vehículo internándose en la espesura de la selva, donde luego de un amplio recorrido de búsqueda fueron encontradas huellas de sangre y unas chanclas que dejaron abandonadas en la maleza, presuntamente por la prisa de huir del lugar.
Tanto el padre como el hijo llegaron como pudieron a las instalaciones del Ejército Mexicano que se ubican en el crucero de X-Hazil, donde solicitaron ayuda, por lo que el personal castrense acudió al lugar del ataque para resguardar el vehículo, en tanto los lesionados fueron trasladados al Hospital General de Felipe Carrillo Puerto, donde luego de la valoración de rigor, fueron trasladados presumiblemente a Playa del Carmen.
Peritos de criminalística de la Vicefiscalía de Justicia de la Zona Centro arribaron al sitio, donde recolectaron un total de 25 casquillos percutidos de dos tipos de arma; unos eran de un arma corta de nueve milímetros y los otros, de un arma larga 5.56; con esta última se presume que rafaguearon el vehículo hasta obligarlo a detenerse.
Datos obtenidos en el sitio señalan que los ocupantes del automóvil Jetta proceden de la población de Ucum, en el municipio de Othón P. Blanco, y se dedican a la renta de autobuses para el transporte de personas del Norte del Estado a Tabasco. Se presume que eran esperados en el poblado de Limones, ya en el municipio de Bacalar, donde los siguieron dos camionetas cuyos tripulantes los obligaron a detenerse a base de disparos para tratar de acabar con la vida quienes viajaban en la unidad, aunque no lograron su objetivo.
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NR