La tarde de este viernes la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó a través de dictámenes periciales, que el cadáver encontrado el jueves pasado en una zona de cañaverales en la comunidad de Sergio Butrón Casas, el Sur de Quintana Roo, corresponde a Héctor Manuel Escobedo Trejo, sospecha que tenían los habitantes de esa localidad.
La sospechas que tuvieron los habitantes de la localidad de Sergio Butrón Casas al señalar que el cuerpo encontrado la tarde del pasado jueves, en el interior de un vehículo que fue abandonado en una zona de cañaverales, correspondía al de Héctor Manuel Escobedo Trejo, fueron confirmadas por la Fiscalía General del Estado, cuando este viernes desactivó la ficha de búsqueda, que se había emitido por la desaparición de esta persona.
Cerca de las 15:00 horas del viernes, la Fiscalía desactivó la ficha de búsqueda emitida por la desaparición de Escobedo Trejo, reportada por sus familiares desde el pasado lunes, y en el que habían señalado que aparentemente, su desaparición estaba relacionada con un hecho delictivo, pues inclusive su vehículo no había sido ubicado en los alrededores de la zona.
Los familiares se presentaron a la Fiscalía General del Estado, donde realizaron las diligencias mediante las cuales lograron acreditar la identidad del occiso, por lo que esta misma tarde, les fue entregado el cadáver para darle sepultura en la misma localidad de Sergio Butrón Casas.
De acuerdo con fuentes de seguridad consultadas, el crimen de Escobedo Trejo, ha sido parte de un ajuste de cuentas entre diferentes grupos de la delincuencia, debido a que, desde hace más de seis meses, en la localidad de Sergio Butrón Casas se ha registrado una pelea por “la plaza” clave en el trasiego de droga en el sur de la entidad.
Versiones señalan que existen “familias” de esa localidad que se han enfrentado entre sí por el control de la “plaza” y a la que pertenece Héctor, es una de ellas, mientras que un bando diferente, es liderada por los Soriano.
Inclusive las autoridades han dado cuenta que varios integrantes de estas familias han sido privadas de la libertad, algunos de ellos, como el caso de Héctor aparecen sin vida o son ejecutados, mientras que otros, son liberados por sus contrapartes, con la intención de “enviarse mensajes” entre sí, por lo que aunque se ha investigado el tema en la misma comunidad, pocas personas se quieren involucrar brindando información.
Es importante señalar que son pocas las evidencias que tiene las autoridades para esclarecer este crimen, puesto que aunque se buscaron datos sobre el día de su desaparición, los testigos o personas que pudieron haber visto algo, declinaron en brindar cualquier tipo de información.
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JG