Othón P. Blanco y este municipio podrían recibir la declaratoria de Alerta de violencia de Género, por los altos índices de agresiones y atentados contra las mujeres que se han registrado desde el confinamiento sanitario.
Se trata de un conjunto de acciones gubernamentales para enfrentar y erradicar la violencia feminicida, así como para eliminar el agravio comparado, es decir, cuando las leyes de una entidad o localidad discriminan o perjudican a las mujeres en comparación con las normativas de otros estados.
Esta medida tiene la finalidad de asegurar el cese de la violencia de género contra las mujeres, con acciones y políticas públicas. Asimismo, busca garantizar la vida, integridad, libertad, seguridad y el acceso a la justicia de las mujeres, adolescentes y niñas; y eliminar la desigualdad y discriminación que agravian los derechos humanos de las mujeres, adolescentes y niñas, de acuerdo con el Artículo 23 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
La alerta de Género se declara cuando hay un contexto de violencia feminicida persistente, con hechos o delitos que involucren violaciones a los derechos a la vida, la libertad, la integridad y la seguridad de las mujeres. Asimismo se considera cuando existan omisiones documentadas y reiteradas por parte de las autoridades gubernamentales en el cumplimiento de sus obligaciones en materia de prevención, atención, sanción y acceso a la justicia del género.
Quintana Roo ya posee tres Alertas de Género, en Benito Juárez, Solidaridad y Cozumel, de acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim). Estas datan de julio del 2017. Sin embargo, a pesar de estas, hay una persistencia en delitos contra las mujeres, principalmente porque las autoridades locales no han implementado medidas extraordinarias para atender la problemática ni todo el personal que atiende a las víctimas está capacitado para dar atención integral, la cual debe incluir acompañamiento legal y médico.
Asimismo, existe impunidad, como consecuencia de la falta de atención a las víctimas, expuso un análisis elaborado por organizaciones sociales como el Observatorio Nacional del Feminicidio y la Red de Mujeres y Hombres por una Opinión Pública con Perspectiva de Género.
Violencia silenciosa
En la Zona Maya es común sufrir la violencia en silencio, pues según datos del Instituto Quintanarroense de la Mujer, el perdón a los agresores es una realidad profundamente arraigada en la sociedad, pues menos de la mitad de las víctimas aceptan llevar las denuncias hasta la Fiscalía General del Estado. La mayoría desiste. Muchas mujeres han normalizado las agresiones y las consideran como parte cotidiana de la vida, pues recibieron de sus padres ese tipo de educación, asumiéndose como inferiores a los varones, señaló la delegada del IQM en Felipe Carrillo Puerto. Esto las obliga a sufrir abusos psicológicos, económicos, físicos y hasta sexuales.
Feminicidios
En Othón P. Blanco y Felipe Carrillo Puerto se han registrado varios feminicidios en los últimos años. El más reciente fue el de Dulce Yareli, una joven enfermera de la Marina que desapareció en Chetumal el 29 de agosto. Su cuerpo sin vida fue hallado días después cerca de Calderitas; había sufrido un traumatismo traqueal que la llevó a la muerte. Como presunto responsable fue detenido su novio, quien presuntamente la mató para cobrar un seguro de vida.
Perla Esmeralda fue brutalmente golpeada y abusada sexualmente, al parecer por su pareja, también en Othón P. Blanco, la noche del 29 de diciembre del 2023. Murió luego de agonizar tres meses en un hospital, en marzo de este año. El personal médico no denunció a la Fiscalía General del Estado, por lo que la madre de la joven solicitó apoyo jurídico ante la ola de negligencias. Tampoco se aplicó el protocolo “Mariana Lima”, que señala que se debe investigar con perspectiva de género y con la debida diligencia todas las muertes violentas de niñas, adolescentes y mujeres, incluídos los suicidios y accidentes.
El 29 de julio del 2023, una mujer fue hallada muerta en un motel de la Bahía de Chetumal, por una de las empleadas. Con base en los estudios periciales se determinó que su pareja, Ezequiel “N” la habría ahorcado y abandonado en ese lugar. Asimismo, el 28 de diciembre del 2022, Landy Guadalupe, de oficio taxista, fue hallada sin vida en la capital del estado, atrás del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar. Recibió al menos 13 puñaladas en la espalda, tenía una herida de arma de fuego en la cabeza y estaba amarrada de manos y pies; además, tenía en el rostro moretones y escoriaciones.
El 23 de agosto del 2018 se registró un doble feminicidio en Felipe Carrillo Puerto. Una adolescente fue acuchillada por su entonces novio, aparentemente movido por un ataque de celos. La madre de la joven también fue víctima del muchacho, pues al intervenir para auxiliarla también resultó herida.
Jesús Elizama, el agresor, recibió una sentencia de sólo 5 años por matar a dos mujeres, debido a que era menor de edad al momento de cometer el crimen. Asimismo, la familia del joven se negó a aceptar su parte de culpabilidad y con amparos evitó pagar la reparación del daño, que ascendió a 931 mil pesos.
El joven fue liberado en agosto del 2023, a pesar de la petición de justicia realizada por la familia de las víctimas y la sociedad carrilloportense, que salió a marchar para exigir que se reabra el caso y se le otorguen más años, pues a esas alturas ya había cumplido la mayoría de edad.