La población de Tipikal cuenta con un cenote llamado “Kankab”, una belleza natural de pequeñas dimensiones, que surge en las calles de la comunidad como un peculiar atractivo.
El “tz’onot”, como comúnmente es conocido el lugar, es de tipo semiabierto al que los lugareños y visitantes tiene acceso; el cenote, al que algunos también catalogan como gruta, cuenta con algunas formaciones rocosas en la parte superior.
Una pequeña reja metálica resguarda su entrada y unos escalones de piedra dan paso a su interior para ver el pequeño ojo de agua situado al final de la caverna.
De acuerdo a los lugareños, el sitio fue un importante lugar de abastecimiento de agua décadas atrás; “hace tiempo, cuando no había agua potable, ahí entrábamos a sacar agua, pero ahora el lugar sólo es para visitar”, compartió María Magaña May, de 77 años.
Si bien, el cenote “Kankab” siempre ha permanecido a la vista de los lugareños, no es conocido por los visitantes; es un atractivo natural sin explorar, pero actualmente sólo es idóneo para ver, ya que el agua se ha ido secando.
De acuerdo a los habitantes de la pequeña comunidad, en el sitio hay otro cenote ubicado en la periferia de Tipikal, pero, por su tipo de formación, no es accesible a los lugareños ni visitantes.
Cada municipio del estado cuenta con una serie de atractivos que van desde los culturales, gastronómicos hasta los naturales, que forman parte importante de la dinámica social de cada lugar.
SY