VALLADOLID, Yucatán, 2 de noviembre.- “Vamos a unirnos en oración la iglesia triunfante de los santos de ayer. La iglesia purgante de los que están aquí sus signos, su presencia y los signos que depositamos aquí”, fueron las palabras del Párroco Armín Amílcar Rivero Castillo en la misa del Día de Muertos en el cementerio general de esta ciudad.
“La iglesia peregrina que somos nosotros vamos a unirnos en este momento de oración, podemos con toda certeza. El cielo y la tierra se unen a través de la eucaristía, vamos a pedirle al Señor que unidos podamos rezar ellos por nosotros y nosotros por ellos”.
“Seguramente los que están aquí, varios nos quisimos mucho o demasiado y algunas veces no nos tratamos bien y hay que reconocerlos. Pidamos al Señor perdón porque a lo mejor se nos pasó el tiempo, porque no nos amamos como Dios quiere, reconociendo siempre que somos pecadores”.
En su homilía el Padre leyó lo que dicen las sagradas escrituras: “Tu eres mi luz y mi salvación a quien voy a tenerle miedo, claro todos luchamos por no morir y es natural porque no nos acostumbramos a que la muerte sea parte de nuestra vida, nuestra naturaleza muere, pero estamos llamados para la vida por eso luchamos y nos aferramos a ello”.
“Nos mueve un poquito el recuerdo, la nostalgia de su ausencia física, pero nosotros tenemos que confesar que no creemos en la muerte sino en la vida, un don que Dios nos ha regalado para compartir”.
“En el Evangelio de mateo que nos recuerda con detalle lo que uno hace en la vida para aquellos que están presentes ahora en este mundo y se almacenan para la vida eterna, que bonito es escuchar de parte de Jesús: “vengan benditos de mi padre, estoy hambriento, sediento y me asistieron, es decir cuando lo hacemos con el más insignificante lo estamos haciendo con Jesús”.
“Y el signo de la muerte, un paso que tenemos que dar todos en la vida, nos va ayudar también a pensar como tenemos que vivir la vida mientras la tengamos en la tierra, la vida en primer lugar es para compartir aunque tengamos que morir”.
“Pero la vida que Dios nos regaló el día que nos bautizamos es una vida eterna, hoy acordamos muy a los que ya se han adelantado y en un signo de su presencia aquí en el cementerio, nos ayuda a pensar que no se han ido están con nosotros siguen viviendo y tenemos que vivir como si estuvieran tan cerca de nosotros porque ellos están esperando la venida del Salvador”.
“Nosotros estamos seguros de que todos los que están aquí descansando sus restos mortales, nos recuerdan que son gentes que dieron su vida por nosotros, por lo que tenemos que recordarlos tal y como nos hace memoria en el Evangelio de Mateo”.
“Por eso hoy nos llaman a compartir la vida y dar todo por nuestros prójimos para que el día de mañana que estemos aquí nos digan este hombre supo dar su vida por los demás y ahora se encuentra descansando”.
“Cuando vengan el hijo del hombre rodeado de gloria, entonces serán congregados ante él todas las naciones y él apartara los unos a los otros como aparta el pastor a sus cabritos y sus pastores a su derecha, quienes serán de la gloria, son quienes hicieron obras del bien”.
(POR ESTO! / Corresponsalías)