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Elementos del Ejército Mexicano, con el auxilio de perros entrenados, trabajan en el aeropuerto de esta ciudad para detectar enervantes o artefactos explosivos, ya sea en el equipaje de los pasajeros, en paquetes de mensajerías o en las aeronaves.
Un total de 27 elementos del XI Batallón de Infantería de la X Región Militar, bajo el mando del Teniente Coronel de Infantería DEM, César Amaya Becerra, están asignados a la terminal aérea, pues se trata de una instalación estratégica que no puede dejar de funcionar, por lo que requiere de un trabajo permanente de vigilancia, en coordinación con las autoridades federales y estatales.
Ayer, el Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía conoció de cerca las labores que llevan a cabo los elementos del Ejército Mexicano, acompañados siempre por los binomios canófilos especialmente entrenados en la detección de artefactos explosivos y enervantes.
Los militares comentaron al reportero que, aunque en el Aeropuerto de Mérida hasta el momento no se han detectado enervantes o drogas ni artefactos explosivos, se mantiene la guardia en alto siempre.
El Mayor de Infantería DEM, Víctor Cordero Zozaya, jefe de la Sección de Instrucción, Información y Operaciones (SIIO), así como el Capitán Segundo de Infantería, Alán Peralta Sánchez, Comandante del Puesto de Vigilancia del Aeropuerto, acompañaron a los reporteros para mostrarles las labores que llevan a cabo en el día a día en la revisión de aeronaves, equipaje, paquetería y en los filtros donde abordan los pasajeros.
Tres turnos
Son 27 elementos del Ejército los que trabajan en 3 turnos. En el aeropuerto cuentan con una base con cocina, dormitorios y todo lo necesario para el bienestar de los militares que permanecen por largos periodos en la base del aeropuerto.
El Mayor Cordero Zozaya expuso que el Ejército Mexicano únicamente lleva a cabo labores para coadyuvar con las autoridades, por lo que en caso de que se detectara la presencia de enervantes o de algún aparato explosivo, se le daría parte a las autoridades que están a cargo del aeropuerto, en este caso la Policía Federal.
Se pudo observar el eficiente trabajo que llevan a cabo los perros “Pirex” y “Mejilla”, ambos de la raza pastor belga malinois, el primero de 5 años y la segunda de 8 años. Cabe destacar que los canes trabajan sólo por periodos de 2 horas, pues la labor que llevan a cabo es extenuante, luego se les da descanso y también se van rotando. Los perros son tratados como un elemento más del Ejército Mexicano.
El trabajo de revisión que llevan a cabo los soldados se centra en 4 áreas principalmente. La primera de ellas es la revisión de las aeronaves de vuelos privados; la segunda es la paquetería comercial que se mueve a través del aeropuerto. También en la zona de bandas, donde se revisan las maletas que son documentadas por los pasajeros y antes de que suban a las aeronaves. Finalmente, en los filtros de acceso a los pasajeros que se encuentran en la terminal aérea.
Cabe destacar que las revisiones que se hacen son por medio del olfato de los perros, los que están entrenados para detectar enervantes o artefactos explosivos, en este caso. No se abren maletas ni se llevan a cabo acciones intrusivas.
Primer Respondiente
El Capitán Peralta Sánchez explicó que, en caso de que se detectara algún paquete sospechoso, se aplicaría un protocolo denominado del Primer Respondiente, el cual entró en operaciones el año pasado y el cual establece que las Fuerzas Armadas, en este caso el Ejército Mexicano, son coadyuvantes de la Policía Federal, Estatal o Municipal, y por ende no puede ser el primer respondiente.
Por tal razón, se le notificaría a la Policía Federal, que sería el primer respondiente, y se le pondría a su disposición el paquete encontrado. En caso de detectarse algún artefacto explosivo, el Ejército podría colaborar en el manejo o incluso desactivación del artefacto, pues tiene el equipo para ello, pero siempre en coadyuvancia.
Se pudo observar ayer la forma en que trabajan los efectivos del Ejército cuando llega un vuelo privado. En este caso, se pudo ver cómo se hace una revisión a una aeronave tipo Beech Craft matrícula XB-NTH de una academia de vuelo.
De acuerdo con el protocolo, cuando llega una de estas aeronaves de vuelos privados, el Cabo en turno se acerca a la nave y toma los datos del vuelo y de los pasajeros, y posteriormente se llama al perro entrenado, el cual es denominado por los militares como binomio canófilo.
En este caso, “Pirex” fue el que hizo la demostración del trabajo de detección que se lleva a cabo. Cabe destacar que este perro fue el que recientemente detectó una maleta con 17 kilos de marihuana en un camión del ADO, en la carretera federal Mérida-Campeche.
De la aeronave se procede a la revisión de las diferentes partes de la aeronave, así como la zona donde se guardan las maletas. Según se explicó, este tipo de aeronaves no tiene muchos recovecos donde se pudieran ocultar paquetes de droga.
Con un pseudo olor
La forma en que los perros trabajan es mediante un juguete al que se le impregna un pseudo olor, o sea, una sustancia química con un olor semejante a la de diferentes enervantes. Antes de entrar en acción se le excita al perro con el juguete, para que se dé a la búsqueda del mismo a través del olor, por lo que de ser el caso detectaría olores a enervantes.
Posteriormente nos trasladamos al área de bandas, donde ingresa el equipaje que documentan los pasajeros de las diferentes aerolíneas antes de subirlo a las aeronaves. Ahí se pudo observar el trabajo que llevó a cabo la perra “Mejilla”, una veterana de 8 años de edad y que casi cumple con sus años de servicio en el Ejército. Cada perro sirve hasta la edad de 10 años.
En el lugar, el procedimiento para el perro es el mismo. Se le excita con su juguete y se da a la tarea de buscarlos entre las maletas. De ser el caso, detectaría el olor de algún enervante como marihuana, cocaína u otros, en algún equipaje.
Ahí en el área de bandas el perro, en este caso la perra “Mejilla”, olfateaba cada una y los lugares donde el militar a cargo, el cabo de Infantería Antonio Montoya Ramírez, le indicaba. Todas estas maletas son revisadas antes de que sean enviadas a la aeronave que las transportará a su lugar de destino.
Si se diera el caso que se detectara una maleta sospechosa de contener enervantes o algún aparato explosivo, se daría parte a las autoridades, en este caso a la Policía Federal, y se le indicaría la posibilidad de que llevara en su interior enervantes, y ellos serían los encargados de hacer los peritajes correspondientes y de llevar a cabo los procedimientos necesarios.
Revisiones en vuelos
El Capitán Peralta Sánchez explicó que también se hacen revisiones en los vuelos de las paqueterías nacionales, con el mismo método de los perros, así como se participa en las labores de observación del recinto fiscal, tal como se pudo observar ayer, donde se encuentra la paquetería internacional de importación y exportación.
Ahí el personal del Ejército Mexicano realiza acciones de observación de los diferentes paquetes que pasan por la máquina de Rayos X, la cual a través de 8 diferentes colores detecta diferentes sustancias y materiales. Las máquinas son operadas por personal de la empresa que tiene la concesión del recinto fiscal.
Destacó que, a veces, el personal detecta a través de la pantalla alguna sustancia sospechosa y pide el apoyo del personal del Ejército, y es entonces cuando se realiza una inspección con los perros.
Según se expuso, los paquetes que llegan del exterior o que son para enviar fuera del país, se supone que ya han sido revisados en su país o lugar de origen, pero aún así se hacen las revisiones necesarias en el Aeropuerto Internacional de Mérida.
Filtro en la Sala B
Finalmente, los reporteros observaron la labor que se lleva en uno de los filtros donde ingresan los pasajeros, en la Sala B del Aeropuerto, que consiste en la inspección visual de los que ingresan, además de que se observa el interior de las maletas a través de las pantallas de Rayos X.
El Sargento Segundo de Infantería, Oscar Gabriel Chí Caballero, encargado en turno del área de filtros de la Sala B, explicó que en esta zona el personal militar que se encuentra observa el equipaje de mano que ingresan los pasajeros y está pendiente de las pantallas de los Rayos X por los que pasan las maletas, para la posible detección de artefactos explosivos o enervantes.
También dijo que si el personal de vigilancia del aeropuerto que está en los filtros decide abrir alguna maleta para hacer una revisión, se acerca el personal militar para realizar observación y, en caso de que se necesite algún apoyo están ahí para brindarlo.
Desde luego que está prohibido ingresar sustancias prohibidas, artefactos explosivos o armas de fuego, por lo que se requiere una supervisión permanente y, en caso de ser necesario, los elementos del Ejército están listos para dar apoyo a las empresas de seguridad privada que se encargan de los filtros.
Al igual que en las diferentes áreas, si se llegara a detectar algún artefacto explosivo o sustancias prohibidas, se daría parte a las autoridades correspondientes para que lleven a cabo el manejo.
Cabe destacar que los elementos del Ejército Mexicano que están apostados en el Aeropuerto Internacional de Mérida también realizan rondines periféricos de vigilancia y, en caso de ser necesario, están listos también para cualquier acción de apoyo a las autoridades civiles, de disuasión o para repeler alguna agresión.
(David Rico)