Voces del Pueblo

Voces de Vida

Ahora vivo plenamente

Si me preguntaras por qué he cambiado, te contestaría: “ME CANSE DE SUFRIR”. Un día pensé: Quiero volver a ser niña porque ellas no sufren, los niños no sufren, pensaba, y comencé sin querer a actuar como tal (una niña inmadura y berrinchuda. Empecé a ver la vida triste, me sentía sola, sentía que mi opinión no contaba y entonces me enojé conmigo misma. Ya no me toleraba yo misma, las cosas no salían como yo quería, las personas que me rodeaban no eran lo suficientemente perfectas para encajar en mis opiniones.

Comencé a vivir la vida de los demás y me olvidé de la mía, ayudé a todo mundo, me creía la salvadora, amé sin condición, pedí simplemente que me amen como los cuentos de hadas. ¡Decepción!, no existen los cuentos de hadas. Ahora sé, y nadie en ese momento supo llenar mi vacío. A muchas amigas ayudé a salir adelante y yo no podía salir de la oscuridad. No, allá quedó todo. Cuando idealizas a una persona, es tu mundo y cuando ella te falla es tu fin.

Todo se derrumbó cuando el ser más amado en ese entonces me falló, y entonces empecé a hacer lo contrario de las cosas porque yo así quería. Me enojé, me rebelé y peor, me castigué pensando que una es la culpable. Hoy no lo haría. Caí en un cuadro grandísimo de la depresión y quise quitarme la vida y no lo logré. Me dolió ver a mis hijos sufrir y dije: No se vale, soy o no soy su madre, y comprendí que no así se arreglaban las cosas, que las cosas no son como yo quería, que mis tiempos no son los mismos de dios. Entonces di un alto a mi vida. Eso no quita la culpabilidad del otro. Las personas me habían lastimado, pero si seguía con esa actitud, yo misma me estaba lastimando y lastimando a mis seres más queridos y dejé de sentir deseos de venganza hasia los demás y me puse a trabajar en mí. Ayudarme a mí misma, pensé, si las niñas no sufren y yo, actuado como tal, por qué estoy sufriendo demasiado. Comencé a reflexionar, a usar mis positivos pensamientos y llegué al punto de pensar en que sufro porque no soy una niña y he actuado como tal, por eso no encajaba en la paz, en la felicidad humana, no era feliz. Ahora que he comprendido que mi vida de niña ya la he vivido, doy gracias a dios y mi adolescencia, mi adultez y mi madurez. Ahora cuando acepto vivir el presente y ya no recordar el pasado ni pensar en el futuro sólo pienso en el hoy, aquí y ahora.

Me siento plena, soy diferente. Estoy orgullosa ser mujer, mirarme todos los días al espejo, ver lo valiosa y hermosa que soy, sentirme a gusto con lo que veo. Soy amor, sensibilidad, ternura, delicadeza, amor. No hay dos personas en el mundo como yo y eso me hace especial. Me encanta ser mujer, soy capaz de muchas cosas. Soy fuerte ante las adversidades, me ilusiono y me desilusionan, pero aprendo de ello, me hacen daño y sigo adelante y aunque m caiga varias veces, tengo la fuerza para levantarme. Soy una MUJER grandiosa y me amo demasiado. Hoy he tomado la mejor decisión de mi vida, he decidido ser feliz, he decidido dejar el pasado atrás, he decidido amarte con coherencia mi señor Jesús. He aprendido que la coherencia es la madre de la sensatez. He aprendido a amar con calma, he comprendido que a nadie puedo obligar a quererme, pero también he aprendido que a quererme no, pero sí a respetarme, por eso hoy he decidido vivir la vida en plenitud y a decir cada mañana, sólo por hoy, porque he aprendido que sólo hoy seré feliz si así lo quiero y he dejado de pensar en el mañana porque mañana sólo tú sabes si despertaré. ¨Por eso mi amigo Jesús, hoy he decidido ser feliz. No dejaré de darle las gracias a mi grupo de terapias (P I A S) por la gran ayuda que han ejercido en mis pensamientos, en mis actitudes, en mis emociones. Gracias doctor Gaspar por regalarnos su sabiduría, gracias a mis psicólogos, siquiatras y amigos de grupo.

Lucy Alcocer Aranda (Estrellita)

CONTACTO: Para atención directa, acuda al Hospital Psiquiátrico “Yucatán”. Con referencia médica para la atención al suicidio, en los momentos de desesperanza, contactar al Programa Integral de Atención al Suicidio (PIAS) del Hospital Psiquiátrico, Tel. 9993 26 13 63, todos los días de 9 a.m. a 9 p.m. Favor de no enviar mensajes de texto o de voz, preferimos dialogar con usted. Estamos también en Radio Universidad 103.9 FM, todos los jueves a la 1 p.m. con repetición los domingos a las 4 p.m. Contacte también a los siguientes correos: [email protected] y [email protected], En Facebook, “Grupo La Esperanza PIAS”