Rolando Bello Paredes
Mini Bocadillos
La información proviene del proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2019 (La Jornada, 23 diciembre 2018). Según esto, casi todos los programas educativos federales sufrirían una reducción importante. Al mismo tiempo, el gobierno de la República crea otros, acorde con sus ofertas de campaña. Es temprano para conocer las consecuencias que tendrían en los alumnos y, en general, en la educación nacional.
Reducen sus recursos, los siguientes programas: de la Reforma Educativa, para el Desarrollo Profesional Docente, Nacional de Inglés, Nacional de Convivencia Escolar, Evaluación de la Calidad de la Educación, Servicios de Educación Media Superior, Nacional de Becas, Escuelas de Tiempo Completo, Producción y distribución de libros y materiales educativos. Se crean los programas: Universidades para el bienestar “Benito Juárez”, Nacional de Reconstrucción, Beca universal para estudiantes de educación media superior “Benito Juárez”, y Jóvenes construyendo el futuro.
El asunto está en la decisión de los diputados federales. Aún no hay información suficiente para deducir cuál sería el fallo legislativo relativo a los recursos federales a los programas educativos, que tienen un impacto relevante en la educación que imparte el Estado. El final se sabrá en las siguientes horas.
En el caso yucateco, las incógnitas son mayores. Lo único que se ha publicado es que el presupuesto estatal para el siguiente año sería, de acuerdo con el dicho de la secretaria General de Gobierno, de “alrededor de 40 mil 500 millones de pesos” y que el proyecto se turnó a comisiones (ver Boletines legislativos de prensa, 20 y 22 diciembre 2018).
Ni el Ejecutivo ni su flamante “Consejo Ciudadano del Presupuesto” han proporcionado información detallada del gasto público para 2019. Sólo generalidades: Que harán más con menos, que habrá austeridad, que está complicado el panorama, y así otras calamidades financieras.
En ninguna de las dos reuniones del consejo “ciudadano” (integrado por representantes de las cámaras empresariales, principalmente) se ha dicho algo más que su participación en la “elaboración” presupuestal es “inédita e histórica”. Los congresistas tampoco generan información pública.
Es curioso el pensamiento ejecutivo en la materia, dice que “informa y pone a disposición de los ciudadanos el uso y destino de los recursos de los yucatecos”, pero no dice, por ejemplo, a cuánto ascenderán los recursos para el sistema educativo estatal y cómo se integrarán sus partidas presupuestales. Y si habrá algún programa novedoso en la materia.
Estos datos permanecen, a la fecha, ocultos para los ciudadanos yucatecos.