Yucatán

Invasión de gente en el primer cuadro de la ciudad

Domingo 30 de diciembre, a pocas horas de que el 2018 concluya, casi las tres de la tarde en el centro de la ciudad de Mérida, ríos de personas inundan de nueva cuenta las calles del primer cuadro de la ciudad, los establecimientos más abarrotados son las tiendas de ropa, zapaterías y supermercado así como establecimientos especializados en la venta de insumos para repostería.

El mismo panorama se ve en las plazas del norte, oriente y poniente de la ciudad, pasillos llenos de personas, estacionamientos repletos.

Y en el centro, caos vial por la cantidad de gente y autos también.

El cronista recorrió el centro, observaba detenidamente el movimiento de personas en las tiendas de ropa y departamentales, cientos de mujeres entre los 18 y 45 años de edad, eran las que más copaban las tiendas, la mirada la dirigían hacia ropa de vestir, casual o de gala, así como a los puntos donde se encontraba estibada la ropa interior, tangas, calzones tipo bikini, incluso los que llaman hilo dental o baby doll, pero de un solo color específico, el rojo.

La compra de ropa interior roja es un ritual para el amor o amarillo para el dinero, lo cual dejó anoche buenas ventas a los establecimientos de ropa, además de los remates de lo que quedó de saldos de Navidad.

Varios expendedores de ropa que se establecieron a un costado del ex portal de granos, tuvieron buena afluencia de personas, que buscaban ropa a buen precio.

En el mercado Lucas de Gálvez fue notoria la presencia de muchas amas de casa acompañadas de sus hijos y esposos para comprar carnes, ya sea de pavo, pollo o puerco, especias, frutas y verduras para la cena de fin de año.

En los centros comerciales, Gran Plaza, Plaza El Patio o Altabrisa, los estacionamientos se encontraban repletos de autos, los pasillos abarrotados de personas, pero no todos llevaban bolsas y más bolsas, la gran mayoría llevaba en mano una o dos bolsas con diversas compras, ya sea ropa, zapatos o accesorios.

Las tiendas de accesorios para dama así como de bolsos, lucieron con mucha gente, unas salían, otras más entraban, el ir y venir era constante.

Quienes sí salían con carritos llenos de compras eran las personas que acudieron a los supermercados.

Carritos llenos de toda clase de pan blanco o de molde, refrescos, coca cola, agua mineral, toronja así como toda clase de bebidas alcohólicas, sobre todo paquetes con cerveza de lata, six pack, sidras gasificadas como la tradicional Boones o copa de oro, la que más demanda tenía, así como las tradicionales uvas rojas o la nuez.

De igual manera tuvo mucha demanda el pan para sandwichón al grado que en algunos supermercados ese producto estaba agotado, lo mismo en varias panaderías.

Las botanas, productos cárnicos de todo tipo, aderezos o mayonesas y curtidos fueron de los que los compradores llenaban en los carritos de compra.

El común denominador eran largas filas de personas en las cajas para pagar.

(José Manrique)