Yucatán

Por Eliseo Martín Burgos

El rey Federico El Grande, de Prusia, fue famoso por sus raras costumbres y caprichos, por ejemplo, como sentía gran predilección por las cerezas, mandó hacer un plantío en el jardín de su palacio de Sanssouci; todos los días vigilaba el proceso de su crecimiento; un día descubrió que algunas frutas tenían un agujero y preguntó por qué, le dijeron que los culpables eran los gorriones y sin más ordenó exterminarlos, para no disputarle el placer que le producían. Pasó un año, pero a la hora de la cosecha no hubo cerezas porque las orugas habían exterminado las plantas. Antes los gorriones alimentaban a sus crías con las orugas, pero ahora, como no hay gorriones, tampoco hay cerezas.

Antología del Chascarrillo

Segunda Epoca