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“Ahora, más que nunca, debemos continuar con esa estrategia de prevención y combate a la transmisión de estas enfermedades; continuarla, primordialmente, desde la investigación y la aplicación de nuevos mecanismos para mermar la población del mosco Aedes aegypti”, señaló el Gobernador Rolando Zapata Bello al poner en marcha el Laboratorio de Control Biológico único de su tipo en México.

Las instalaciones, que operará la Universidad Autónoma de Yucatán, servirá para impulsar el uso de la bacteria wolbachia como control biológico del mosquito Aedes aegypti, vector del dengue, chikungunya y zika, al producir moscos machos que impidan a las hembras poner huevecillos vivos.

“Ahora más que nunca es momento de no bajar los brazos en la lucha a estas enfermedades, que por nuestro clima y nuestra ubicación geográfica, siempre ponen en riesgo a nuestras familias”, dijo el Gobernador.

Primordial y esencial

En el acto y ante el director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud, Jesús Felipe González Roldán, dijo que el laboratorio es el espacio primordial y esencial para alcanzar esta gran meta, un espacio enfocado al combate de este insecto a través de métodos de avanzada y de reconocimiento internacional.

Además, dijo, cuenta con la participación de instituciones de alcance mundial, la Universidad Sun Yat-Sen, la Universidad del Estado de Michigan y la Universidad Autónoma de Yucatán, lo que nos demuestra que los lazos de hermandad que hemos creado pueden traer grandes beneficios para nuestra sociedad.

“Nos demuestra que una política de innovación, junto con una estrategia de coordinación internacional, traen resultados que pueden madurar y resultar en un trabajo coordinado en beneficio de la sociedad, un trabajo coordinado que se refleja de forma tangible en donde más importa: en la salud de las familias de Yucatán”.

Descacharrización

Señaló que “las campañas de descacharrización, limpieza de predios y las acciones de fumigación siempre serán importantes, y siempre será necesario continuar realizándolas y convocar a la participación ciudadana para hacerlas, pero es necesario consolidar avances que hemos conseguido a través de la investigación y a través de nuevos métodos que han demostrado su eficacia en otras latitudes; es necesario consolidar los avances a través de nuevos procesos tecnológicos y el desarrollo de nuevas metodologías, que nos permitan erradicar estas enfermedades a lo largo de todo Yucatán”.

Agradeció a las Universidades Autónoma de Yucatán, a la Universidad Sun Yat-Sen y a la Universidad de Michigan, así como al Conacyt y al Usaid, por este laboratorio que brindará, ante todo, mayor bienestar a todos los yucatecos; por supuesto, al Centro Nacional de Prevención de Enfermedades, que siempre nos ha brindado su gran apoyo.

“Este laboratorio es un fiel reflejo de lo que, desde seis años atrás, hemos empezado a construir para Yucatán: un rumbo, una dirección, un camino; un rumbo donde la innovación, la ciencia y la tecnología contribuyeran a que cada familia de Yucatán pudiera vivir bien”, dijo.

“Y hoy, por acciones como este Laboratorio de Control Biológico, Yucatán puede tener un optimismo sensato, con un rumbo y un camino claros para la atención de una enfermedad o de uno de los males que nos ha afectado históricamente; un rumbo de salud, un rumbo de bienestar y desarrollo para todos los yucatecos”, indicó.

Necesidad apremiante

Zapata Bello dijo que hace seis años, cuando rindió protesta como Gobernador del Estado, “sabía, y estamos hablando de finales del 2012, que disminuir los casos del dengue era una necesidad apremiante en Yucatán, era un gran tema que ocupaba y que preocupaba a la sociedad.

“En el 2012 se registraban en Yucatán tres mil 100 casos confirmados de fiebre por dengue y dos mil 500 casos de fiebre hemorrágica por dengue. Durante el 2011, se habían registrado 2,050 casos de fiebre por dengue, lo que significaba un incremento del 22 por ciento, únicamente en un año, del 2012 al 2011, y esto nos llevaba a un total de cinco mil 500 casos de dengue confirmados, solamente durante el 2012”, expuso.

Recordó que, en ese sentido, desde el 1 de octubre del 2012 planteamos una nueva estrategia de prevención a las enfermedades transmitidas por vector, una estrategia que cobraría aún mayor relevancia con la aparición de casos confirmados, en años subsecuentes, de enfermedades como el zika o el chikungunya, en distintas regiones de nuestro país y aquí, en nuestro Estado.

Reducción histórica

Afirmó que los resultados son muy positivos y nos permiten hablar de una reducción histórica en las cifras de enfermedades transmitidas por vector en Yucatán, porque entre el 2012 y el 2017, los casos de dengue se han reducido un 97.9 por ciento, como ha sucedido de igual manera a nivel nacional.

“En total, durante las 52 semanas del 2017, la Secretaría de Salud, a través de su Boletín Semanal de Vigilancia Epidemiológica, registró un total de 121 casos confirmados de dengue en cualquiera de sus modalidades; de igual forma, 15 casos por zika y ningún caso de chikungunya”, dijo.

“Todas estas cifras muestran una mejora histórica en la lucha contra las enfermedades transmitidas por vector, pero también demuestran un trabajo en conjunto y un objetivo en común que, haciéndose de manera coordinada, dan resultados”, expresó.

Por su parte, el rector de la Universidad Autónoma de Yucatán, José de Jesús Williams, dijo que el “Laboratorio de Control Biológico del Aedes aegypti, vector del dengue, chikungunya y zika del Estado de Yucatán”, está ubicado a un costado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Destacó que es el primer laboratorio colaborativo de su tipo en México. Asimismo informó que este centro incrementará y consolidará los recursos humanos especializados en este método, para impulsar ésta y nuevas estrategias futuras que complementen las tradicionales, lo que permitirá disminuir significativamente las poblaciones de Aedes aegypti en el Estado de Yucatán.

“El presente proyecto, liderado por la UADY, incluye un grupo interdisciplinario y multidisciplinario con la participación de colaboradores expertos nacionales e internacionales, instituciones de salud y el apoyo de los gobiernos de nuestro país y Estado”.

Agregó que también favorecerá el desarrollo de proyectos de investigación, vinculación y transferencia con universidades y centros de investigación nacionales e internacionales.

Modelo a seguir

“Será un modelo a seguir para los Estados afectados por estas enfermedades, por lo que se brindará capacitación a gobiernos e instituciones de salud donde se establezcan otras fábricas de mosquitos en México”, señaló el rector y destacó que este laboratorio impactará a nivel social, económico, ambiental, y científico.

Jesús Felipe González Roldán, director del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades, expuso que a poco más de dos meses de que concluya el sexenio “es buen momento de rendir cuentas, y que la prensa nos haga el favor de señalar que no hay dengue en Yucatán ni en el país, porque el programa de vectores es visto como de los más importantes”.

Con el laboratorio, indicó, es factible vincular la investigación con la operación; por un lado, nos encontramos que van los investigadores por un camino y los programas por otro. Lo anterior, porque del 2000 al 2013 toda la inversión era compra de insecticidas, al final no había un impacto claro. En el 2000 hubo dos mil casos de dengue y, en el 2013, hubo 64 mil casos y 194 muertes en todo el país.

Pero del 2013 al 2017 México ha sido el único país con decremento de esos casos y tan sólo el ahorro en hospitalizaciones es de mil 500 millones de pesos, cuando en el ámbito académico y de investigación se hablaba que hagan lo que hagan no pasa nada, son picos cíclicos, en los últimos años ha mostrado una tendencia eficiente; un sistema de vigilancia fuerte, estamos sólidos en virología, tenemos 14 mil trabajadores dedicados a enfermedades vigilando las ovitrampas, focalizan donde hay crecimiento larvario.

Esas 250 mil ovitrampas nos permiten generar investigación, tenemos 19 unidades dentro del programa nacional. Prueba de ello es que en 2013 usábamos piretroides, en 2014 estudiamos resistencia a insecticidas, año con año lo monitoreamos, los piretroides ya no son utilizables, por eso rotamos los insecticidas. Adicionalmente hoy somos capaces de atrapar mosquitos con máquinas como las de los Cazafantasmas, los estudiamos, sabemos si son capaces de transmitir enfermedades y sabemos en qué colonia y municipio están y tenemos una plataforma de información que es la envidia a nivel mundial.

Dijo que se ha fortalecido la capacitación a los médicos para identificar la complejidad de las enfermedades, son febriles, sintomatología común, pero zika preocupa con el embarazo, tenemos todo un seguimiento; la chikungunya duele mucho y al final el dengue sigue siendo uno de los principales problemas en el que las infecciones subsecuentes llevan a casos graves.

Ante eso México fue el primero de desarrollar un grupo de expertos con una probable vacuna contra el dengue, fuimos el primer país con el registro sanitario, pero no se incorpora en el programa de salud, dado que no es benéfico en costo ante la aparición de otras enfermedades.

Apuntó que en Brasil la fiebre amarilla es transmitida por el Aedes, y nos preparamos para visualizar que la fiebre amarilla no sea un problema en el país; al final la vinculación con la operación de los proyectos en términos de la utilización de Wolbaccia, una bacteria que se inocula en el mosco, es lo que nos dará una ventaja.

En el evento, el Secretario de Salud, Jorge Mendoza Mézquita, informó que la producción de moscos infectados inicialmente cubrirá la entidad; sin embargo, con la próxima ampliación del Laboratorio, estipulada en el acuerdo entre el Gobierno del Estado y la Universidad de Michigan, se planea cubrir la demanda de las regiones tropicales del país y naciones de América en las cuales el zancudo propaga otras enfermedades, como la fiebre amarilla.

Raúl Godoy Montañez, titular de la Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior (Siies), explicó que el LCB no es meramente una adopción de procesos tecnológicos desplegados por la Universidad de Michigan, sino la apertura de relaciones importantes para el intercambio de conocimiento y el despliegue de proyectos conjuntos.

“Yucatán está desarrollando una tecnología de punta y nivel mundial que traerá bienestar a familias que en años venideros ya no tendrán el riesgo de contraer estos padecimientos transmitidos por vector”, precisó.

Al término del protocolo hubo un recorrido por el laboratorio, donde el Gobernador volteó a ver a uno de los reporteros que lo acompañaban y decidió utilizarlo como una especie de conejillo de indias al decirle que metiera la mano en un recipiente lleno de zancudos para ver si no lo picaban.

Dubitativo, el reportero contestó al mandatario que si él la metía primero, después haría lo propio. Rolando sólo rió de buena gana y metió la mano.

—Maare, no te pican…

El reportero hizo lo mismo y se percató de que tampoco lo picaron. Un investigador dijo al cronista que no los picaron porque se trata de moscos machos. “En esas especies las que atacan son las hembras”, precisó.

(Rafael Gómez Chi)

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