En el marco del seminario taller “Gobernanza territorial para la sostenibilidad”, Nicolás Moreno Jiménez, dirigente del Consejo Indígena y Popular de Xpujil, denunció que hasta la fecha sigue sin resolverse el engaño que nos hicieron al “bajarnos el cielo” para la reubicación de un poblado cercano a Calakmul para dar paso a un proyecto de desarrollo.
Indicó que el presidente Carlos Salinas de Gortari, el gobernador Salomón Azar y el presidente municipal del lugar se pusieron de acuerdo “para engañarnos”, porque “nos ofrecieron que si nos movíamos nos construirían un pueblo con seis mil 500 hectáreas, calles, avenidas, agua potable, casas buenas y hasta la fecha nada.
“Nos dijeron que nos iban a dar terrenos de media hectárea para que sembremos traspatio, casas grandes, agua potable, nos bajaron el cielo y las estrellas y el 1 de mayo de 1993 se reubicó el ejido “Unión 20 de Junio” del Sur al Norte, a 48 kilómetros de Calakmul.
Indicó que se trata de una comunidad de chicleros a los que sólo les han dado 61 títulos de propiedad y “poco más de tres mil de las seis mil hectáreas.
A seguir luchando
“Nos engañaron, de ahí la importancia de ser un líder, porque hay que seguir luchando”, indicó.
“Yo soy un líder, pero no hice campaña, sino que lleva un proceso, he estado no ciento por ciento fiel, pero sí 70% hago. Un líder no soluciona todo, para eso hay personas que nos ayudan, nosotros somos los primeros en enfrentar a la comunidad”, expuso.
Anotó que “hay quienes van diciendo que ya tienen permisos de proyectos y las primeras que son atacadas son las amas de casa, por esa razón nosotros tenemos liderazgos en las bases”, expresó.
Por su parte, María Teresa Munguía, docente de la Facultad de Ciencias Antropológicas, dijo que hicieron un trabajo de investigación en comunidades donde los jóvenes colaboran en el fortalecimiento de las cooperativas, porque desde la educación popular, la construcción de definiciones y la colaboración es que se resuelven los problemas.
Asuntos de género
Sin embargo, dijo que hay lugares en los que “los hombres deciden qué se hace, pero las mujeres son las que lo hacen, las mujeres no tienen encargos de dirección, forman parte de mandos, pero en lugares menores. Son invisibilizadas. A los jóvenes se les estigmatiza que son flojos, que pasan más tiempo en el celular. Se masculiniza el grupo y se invisibiliza a las mujeres”.
Destacó que hace falta promoción en asuntos de género, derechos humanos, interculturalidad. Hubo un documento para mejorar la igualdad y la inclusión de jóvenes y mujeres.
Martín Vázquez Monterrosa, coordinador de Canan Ta´quin de Yomol A´tel, Chiapas, dijo que en su comunidad “partimos de las experiencias internas y externas para tomar una decisión, no precisamente el que conoce el tema lo toma, sino que lo planteamos y lo dejamos sobre la mesa. Se deja a la mayoría, si es un error es un aprendizaje, si nos lleva a un buen resultado, pues qué bueno”.
“La parte de la espiritualidad está integrada en las comunidades, las personas que llegan a ver una persona mayor es muy respetable, incluso si hay un problema familiar no se va a un espacio jurídico, sino los mayores son los que lo resuelven, tienen mucha credibilidad, queremos un líder integral que tome decisiones y no se quede solo, no queremos líderes muy técnicos, sino que tome decisiones y tenga aprendizajes”, expresó.
Mayor liderazgo
En la mesa panel se destacó que el fortalecimiento del liderazgo es un tema que surge en el proceso de intercambio y comunicación para la región o el Estado, eso se va detectando, porque si alguien realiza una gestión pero no sabe cómo, hay un acompañamiento de quien tiene eso y acompaña al de la práctica.
Los hallazgos de los contenidos se van dando en la misma práctica; en el caso de la violencia de género del Estado es reducir eso, en ese mismo proceso, estudiantes que hacen gestión son alumnos de licenciatura.
(Rafael Gómez Chi)