Por Eliseo Martín Burgos
El genial pintor flamenco Vincent van Gogh sufrió un desengaño amoroso cuando tenía 20 años que le generó un desequilibrio psíquico, que lo indujo a dedicarse a la religión: se hizo misionero seglar. A partir de entonces sólo podía dormir en un colchón rociado con alcanfor; recitaba pasajes de la Biblia y arrancaba la pintura de las puertas para comer; de los 879 cuadros que pintó sólo se vendió uno en 85 dólares “La vina roja”. En un arranque de locura se cortó una oreja y se la regaló a una prostituta. Se suicidó el 29 de julio de 1890 a los 37 años de edad, en la mayor pobreza.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca