Yucatán

Tañir de campanas en la primera rueda de prensa de la OSY

Las palabras en boca de los tres regentes de la OSY fueron grandilocuentes, festivas de grandes vuelos. Fueron como tañidos de campanas en la fiesta patronal del pueblo. Veamos este fragmento del comunicado entregado a la prensa: “A la par de destacadas orquestas europeas que tienen sus sedes en Viena, Salzburgo, Bonn, Londres y París, en Mérida la OSY abrirá su temporada con el tradicional concierto de Año Nuevo…”. Bueno, de ahí para el real. Sé a lo que se refieren esas palabras, pero en un descuido, se puede pensar en equiparar las grandezas de esas orquestas con la nuestra que es numeralmente mínima en comparación con aquellas. Y en ese tono fueron tanto Miguel Escobedo, como la señora Molina Zaldívar, presidenta del Patronato, como el Todopoderoso director artístico, ejecutivo y organizativo de la orquesta, Juan Carlos Lomónaco.

La OSY cumple 15 años y como la ilusa muchacha que llega a esa edad deseosa de bailar su vals, con su traje largo y sus chambelanes, “nuestra orquesta” arranca con una Gala de Valses, que tanto gustan al público, gusto que se ve reflejado en la taquilla, que vende boletos en lo inmediato. El programa es Strauss, Strauss y otra vez Strauss con toques de Ravel, Offenbach y Von Suppé.

Esta programación tiene tanta aceptación que se darán tres audiciones: viernes 18, sábado 19 y domingo 20, en el teatro Peón Contreras.

En palabras de Juan Carlos, este concierto es “ligero y atractivo, no es denso”, las obras son de los favoritos del público.

El único compañero periodista que hace preguntas muy afines a la música, preguntó hacia dónde quiere llegar la orquesta, ¿hay un camino superior para ella?, ¿se piensa en una mayor orquesta?

Doña Margarita hizo un breve repaso del cómo surgió la orquesta, hizo sobresalir los avatares, los esfuerzos invertidos en ella y los deseos de llegar a tener una orquesta de ochenta atrilistas.

En lo inmediato una compañera preguntó cómo iba la venta de boletos. Fue una pregunta ideal para acabar con preguntas como la anterior. Miguel Escobedo Novelo fustigó: “esa es una pregunta importante”, irónico, abundó, “bueno, para mí que veo las ventas…”.

Esa es una realidad. Lo que importa ahí adentro no es el avance cultural, los aportes cognoscitivos a la audiencia, ni la trascendencia de músicos del siglo XX o los que nunca se interpretaran en Yucatán, porque no son rentables, no dejan dinero. Y me pregunto: ¿Con objetivo social, el gobierno agarra de nuestros impuestos 30 millones de pesos y los entrega al Figarosy, que por cierto, hasta donde sé, nunca rinde las cuentas de rigor y de ley?

(Víctor Salas)