Eliseo Martín Burgos
Maximilian Robespierre, abogado jacobino que implantó el tribunal revolucionario, fue llamado “El incorruptible” por su carácter tan estricto que, a su caída, fue ejecutado en la guillotina donde murieron muchos franceses por orden del tirano. Cuando el verdugo levantó la cabeza de Robespierre ya separada del cuerpo, una señora de la concurrencia que había perdido a dos hijos, guillotinados por orden del fanático, gritó:
“¡Que lo maten otra vez, como venganza de mis dos hijos!; debe morir más de dos veces!”
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca