La ciudad amaneció vacía por un par de horas y teñida de rojo a causa de un crimen cometido por un par de menores de edad en la colonia Emiliano Zapata Sur. Además, cientos de cruces de calles despuntaron el alba llenas de basura y de cenizas a causa de la quema de los “viejos”, muñecos de trapo llenos de petardos que también reventaron los tímpanos a más de uno.
La fiesta de Año Nuevo acabó en una tragedia en el Sur. Mientras por el resto de la ciudad se escuchaba la música y los truenos de las “bombitas”, en tanto las demás familias bailaban al ritmo de la música de diferentes géneros y brindaba deseándose todo tipo de parabienes, un hombre de 37 años perdió la vida apuñalado por dos adolescentes.
Según el reporte policiaco Fernando Ismael C.U., de 21 años, dijo que acompañaba al ahora occiso sobre la calle 86 por 167, cuando los interceptaron sujetos con los que mantienen rivalidades, uno de los cuales apuñaló a su amigo.
Según su versión, el presunto homicida es R.A.S.H., de 17 años de edad, acompañado de D.R.C.U., de la misma edad. Los tres fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE) para las diligencias de ley.
Accidentes de tránsito
Además, el reporte vial de fin de año indicó tres hechos de tránsito con un saldo de dos personas lesionadas y ninguna fallecida, ocurrieron entre las seis de la tarde del lunes 31 y las cinco de la mañana de hoy martes primero de enero.
Datos estadísticos del Departamento de Peritos de Tránsito Terrestre de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), también señalan que en esos accidentes los conductores no estaban alcoholizados.
Dos percances sucedieron en la ciudad de Mérida y uno en el Anillo Periférico.
Como parte del Operativo de Vialidad por los festejos de Año Nuevo, se instalaron 27 puestos de alcoholimetría y en ningún caso hubo guiadores en estado de ebriedad.
En el Periférico se colocaron puestos reductores de velocidad con el mismo propósito de prevenir accidentes.
Los elementos de Auxilio Vial prestaron en ese lapso 66 servicios, entre ellos por algún desperfecto mecánico o eléctrico, combustible y cambio de neumáticos.
Y por lo que respecta al amanecer del 1 de enero, como bien apuntamos, al primer minuto de este día en cientos de calles, parques y cruces miles de familias reventaron los muñecos de año nuevo, pero no todos limpiaron los lugares al concluir la quemazón. Debido a lo anterior es que buena parte de Mérida amaneció sucia, como si de una zona de guerra se tratase.
Hubo lugares como en la calle 23 C entre 10 D y 12 de Vergel, donde luego de quemar al muñeco ese, las familias recogieron los desechos, mostrando una buena educación cívica, ya que como no se cerró la vía, habría resultado peligroso si esa cosa quedaba con algún petardo sin estallar.
Se prolonga la fiesta
La fiesta se prolongó hasta las seis o siete de la mañana en varios casos. El cronista observó que hubo gente que al filo de las nueve de la mañana fue al Oxxo por hielo para seguir con la pachanga.
Entre las siete y las diez de la mañana hubo calles vacías, sin un alma, más que la de los reporteros, pero alrededor de las diez, la ciudad despertó, cobró vida. Y especialmente el Centro Histórico, el cual se vio lleno de turistas que abarrotaron dulcerías, gastaron las marquesitas y comieron “granizados”.
La Plaza Grande lució llena de venteros de artesanías, de ropa típica, de marquesitas, elotes y hasta de tortas de asado. Y los turistas felices, pues decían que no había calor y que el tiempo para ellos estaba magnífico para pasear sin sol.
Al mediodía abrieron las tiendas departamentales, mientras en muchas casas el recalentado ya estaba siendo servido, claro, con sus respectivas frías en la mesa.
(Rafael Gómez Chi)