TIZIMIN, Yucatán, 6 de enero.- Convertida en una verdadera fiesta del pueblo llena de algarabía se llevó a cabo la tradicional Venta de Vaqueras, la cual, como cada año, fue enmarcada por las estampas regionales que plasmaban frente al Palacio Municipal numerosos jaraneros portando orgullosos y elegantemente el traje regional, zapateando al compás de los ritmos yucatecos.
En el evento participaron centenares de tizimileños y visitantes de varios municipios, comisarías e incluso de estados vecinos.
Muy pocos de los bailadores le colocaron la gala (sombrero) a las mestizas durante la jarana, costumbre se va perdiendo, la que, según la tradición, consiste en que antes de sacarlas a bailar los caballeros deben darle en el sombrero una cantidad de dinero a las damas elegidas para que acepten danzar con ellos, o desairarlos, para luego lucir galantemente este elemento propio de la identidad cultural de los tizimileños mientras zapatean.
El ambiente de la vaquería estuvo a cargo de la Sonora Yucateca y de la orquesta Tzimín Kah, que deleitaron a los presentes con sus interpretaciones de música regional.
La venta de vaqueras inició a las 9 de la noche y culminó alrededor de las 5 de la mañana. Los bailadores abarrotaron de principio a fin la pista y se divirtieron hasta el cansancio ejecutando sus mejores pasos.
La gente evidenció su entusiasmo y alegría en todo momento, pues mientras que la mayoría bailaba, los demás admiraban a los máximos exponentes de la jarana, aficionados que acostumbran acudir a las vaquerías que se organizan en cada feria del Estado, quienes cosechaban aplausos y ovaciones del público que se conglomeró para apreciar sus bailables, a los que imprimían lo mejor de la jarana yucateca.
(POR ESTO! / Corresponsalías)